
Extremadura vira netamente a la derecha en un 21-D que induce un cambio histórico en una comunidad gobernada 36 años en democracia por el … PSOE y que proyecta el cambio de raíl en el conjunto del país con una debacle también sin precedentes de los socialistas después de que el presidente Sánchez se echara a la espalda la campaña de su fallido candidato, Miguel Ángel Gallardo, enjuiciado junto a su hermano por el presunto enchufe laboral en la Diputación de Badajoz. Con el 99% de voto escrutado, María Guardiola gana las elecciones que adelantó como un golpe de mano para afianzarse al frente de la Junta ante sus rivales y endosa una derrota catastrófica a Gallardo, al que ha metido 11 escaños de distancia -29 por 18-, 17 puntos de ventaja y 67.000 sufragios. Pero la victoria para la presidenta extremeña, y por extensión para Alberto Núñez Feijóo, no colma ni la ambición de la mayoría absoluta ni desembarazarse de un Vox desbocado que duplica escaños -de 5 a 11- y papeletas, sumando con los populares casi el 60% del electorado en la comunidad que fue del puño y la rosa casi ininterrumpidamente desde la Transición.
Es, de hecho, el batacazo del PSOE -un resultado “malo sin paliativos”, según constató un Gallardo que pospuso cualquier decisión a la ejecutiva regional de este lunes- lo que permite a la candidata del PP salir airosa del órdago que se lanzó a sí misma al adelantar las elecciones por primera vez en la historia de la comunidad ante la imposibilidad de sacar adelante sus Presupuestos ante el ‘no’ del PSOE y su propia negativa a ceder a las exigencias de Vox. La baronesa extremeña fue la dirigente de su partido más reacia -aún se recuerda su comparecencia con lágrimas en los ojos- a ceder ante Génova y pactar su investidura con la extrema derecha en puertas de las generales del 23-J de 2023; acuerdos autonómicos y municipales que se demostraron venenosos para las aspiraciones de Feijóo de alcanzar La Moncloa. Hoy, dos años y medio después, Guardiola barre a los socialistas y suma cuatro escaños más que toda la izquierda junta pese a que Unidas por Extremadura lleva a Podemos e IU -sin Sumar- a recobrar aliento en las urnas al pasar de cuatro a siete escaños.
Es decir, numéricamente las izquierdas ya no pueden desbancar a la jefa del Gobierno extremeño y solo una alianza ‘contra naturam’ de éstas con la extrema derecha puede impedir su investidura y su pretensión de seguir gobernando en solitario. Pero el triunfo de Guardiola, que permite a Feijóo y los suyos dar por imparable el cambio de ciclo en España que pretende escenificar, una a una, en las autonómicas del 8 de febrero en Aragón, las de marzo en Castilla y León y las de antes de verano en Andalucía, tiene un envés de hiel. Los populares se han quedado tan a distancia de la hegemonía total que perseguía su líder al precipitar las elecciones que su subida se limita a un diputado -de 28 a 29- y sin llegar al listón psicológico de los 30; aunque suben cuatro puntos, pierden 12.000 papeletas en unos comicios con ocho puntos menos de participación que en mayo de 2023; y, sobre todo, no logran deshacerse de la insidiosa sombra de un Vox que evidencia su empuje con datos tan elocuentes como que haya dado el sorpaso a los socialistas en Badajoz capital.
El pulso con Abascal
Mientras los socialistas se aferraban a esa dependencia como el pírrico clavo ardiendo en una noche aciaga y Unida por Extremadura incidía, con ellos, en la tesis de que Guardiola ha sometido a la comunidad a la tensión de unas elecciones en Navidad para adentrarla en un nuevo bloqueo, Génova no contempla otra hipótesis que que la presidenta ya en funciones busque ser investida con la abstención de Vox y continuar al frente de la Junta en solitario; una tentativa que se sustenta, además de en los resultados, en la convicción que anida en cargos del PP de que los de santiago Abascal no quieren, en realidad, quemarse gobernando con la legislatura española avanzando hacia su final. Pero una victoria que ha resultado más corta de lo previsto obliga a Guardiola y a su jefe de filas a tentarse la ropa ante la amenaza velada que planeó sobre la campaña: la de una repetición electoral si Vox – con un Abascal que ha librado un duelo personal, y a la inversa, con la presidenta de la Junta hasta el punto de sugerir que pedirá su cabeza en la negociación- se sube a la parra de sus exigencias.
Pero si la noche electoral no despejó la gobernabilidad extremeña, sí lo hizo sobre la entereza del PSOE y su creciente debilidad para hacer frente al escoramiento hacia la derecha del conjunto del país que ya afloró el 23-J de 2023 aunque Sánchez lograra retener el poder. Con un candidato que generaba desafección en sus propias filas, el descalabro de los socialistas en la antigua tierra de promisión extremeña se escribe con cifras abisales: de ganar las últimas autonómicas a perderlas con el estrépito de 100.000 votos, 10 escaños y 14 escaños menos. Una derrota que, sumada a la ebullición de Vox, pone en solfa la estrategia del presidente de aguantar bajo la premisa de que él es el único capaz de frenar a la derecha y a la ultraderecha, a las que han avalado este 20-D seis de cada diez extremeños. Con el agravante de que su socia de Gobierno, Yolanda Díaz, ha quedado al margen del repunte de la izquierda a la izquierda del PSOE. O precisamente por eso, como malicia Podemos.
En actualización
Los periodistas de este diario están trabajando para ampliar y completar esta información

Soy William Abrego, me uní como ejecutivo de SEO y me abrí camino hasta el puesto de Gerente Asociado de Marketing Digital en 5 años en Prudour Pvt. Ltd. Tengo un conocimiento profundo de SEO en la página y fuera de la página, así como herramientas de marketing de contenido y diferentes estrategias de SEO para promover informes de investigación de mercado y monitorear el tráfico del sitio web, los resultados de búsqueda y el desarrollo de estrategias. Creo que soy el candidato adecuado para este perfil ya que tengo las habilidades y experiencia requeridas.
Enlace de origen : Guardiola barre al PSOE pero no logra que Feijóo se deshaga de un Vox disparado