Escritores lorquinos para una geografía rural

Escritores lorquinos para una geografía rural

Antonio Ortega

Domingo, 21 de diciembre 2025

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Cuando una corriente o moda literaria se establece con sus mejores galas en el panorama literario, ocurre porque hay un espacio libre en el imaginario de los escritores y de los lectores que permite colocar los libros de la misma en el primer estante de las librerías. Y eso está sucediendo con la novela rural. Bien en la estela de la posguerra que aún no se aleja, bien con la insignia de la autoficción, un enorme agujero negro donde caben todos los temas universales de la literatura, como acuñó Camilo José Cela.

En Murcia, varias novelas de última generación vienen a plantar en las tierras desérticas de la región las pasiones o la memoria privada de las pretéritas generaciones. A los nombres de Inma Pelegrín, Trifón Abad, Ginés Sánchez, Miguel Ángel Hernández, Santos Martínez y muchos más, les podemos sumar entre otros, los escritores lorquinos Adolfo Muñoz Palancas, afincado en Lorca desde muchos años, y Mariano Valverde, con varios premios literarios en los géneros de la poesía y de la narrativa.

Pues bien, en este artículo me adentro en los vericuetos de dos novelas que tienen como punto en común el espacio rural en el que se desarrollan los acontecimientos, uno en las tierras hermanas de La Mancha y otro en las tierras altas de Lorca. Escribió Gastón Bachelard que «las grandes imágenes tienen a la vez una historia y una prehistoria, son siempre a un tiempo recuerdo y leyenda». Estas dos novelas hacen honor al pensador francés, inolvidable en su ensayo ‘Poética del espacio’ de 1957.

‘AL LIMPIAR EL AGUA’

'AL LIMPIAR EL AGUA'
  • Género.
    Novela

  • Editorial.
    Plataforma Editorial. Barcelona, 2025.

  • Autor.
    Adolfo Muñoz Palancas

  • url
    plataformaeditorial.com

A ‘Al limpiar el agua’ podríamos llamarla novela de formación al modo que describió el filólogo alemán J. K. Morgenstern en 1819, pero el protagonista, adolescente de 13 años que debe irse a vivir con los abuelos a los campos agrestes de La Mancha, relata en primera persona su vida en el nuevo hogar durante unos meses, los que van de julio a diciembre de 1979. No habrá proceso de peregrinación ni de perfeccionamiento. A golpe de realidad deberá afrontar las peculiaridades de la vida en el medio rural, aprender aceleradamente las cosas que necesita para sobrevivir a un mundo que no es el suyo y por consiguiente hacerse con su propio universo imaginario –los recuerdos y poco más– que le ayuden a mirar hacia adelante. Podríamos llamarla novela rural si el campo se convirtiese en verdadero efecto de formación, en coprotagonista del relato, que camina al lado del chico liberando los obstáculos del cielo abierto y la tierra que evoluciona a su manera estacional. Pero no logra erigirse como factor clave en su lento e indeciso deambular por la casa labriega de su tío, por la rudeza de sus formas y sus palabras.

Acaso los momentos luminosos se encuentran en un baño en la alberca con los primos que acaba de conocer, en los coches de choque, en la lectura de libros encontrados en el desván, en una determinante acción impulsiva para socorrer al abuelo que tiene un accidente con el tractor o en la satisfacción de unas notas excelentes. Y en los recuerdos, la casa de Madrid, los otros abuelos, la ausencia de su madre. Y el futuro por escribir, un incierto horizonte que habrá de esbozar con la aceptación de los mayores, de las costumbres del lugar y del lugar que él mismo iba a ocupar en aquella tierra nueva.

Nuestro protagonista no recorrerá el itinerario de aprendizaje de Wilhelm Meister, de Goethe, pero sí se acerca a su actitud reflexiva y mesurada siendo tan niño. Qué diferente es el largo camino que debe recorrer el niño desprotegido frente al corto recorrido del que lo tiene todo. Como distintas serán sus decisiones.

«Las grandes imágenes tienen una historia y una prehistoria, son siempre a un tiempo recuerdo y leyenda», dijo Bachelard

‘Jazmines en el agua’ es una sorpresa al encontrarnos con una novela romántica, con todos sus atributos folletinescos y pseudohistóricos, ambientada en la geografía rural de Lorca y fechada su historia en la segunda mitad del siglo XVII, Guerra de Flandes o peste bubónica incluidas. Pues esa es la alquimia del escritor lorquino Mariano Valverde la que transforma la oscura y poco conocida historia de la formación de las pedanías lorquinas de La Paca y Doña Inés en un fascinante cuento de amores prohibidos y ambiciones caballerescas.

‘JAZMINES EN EL AGUA’

'JAZMINES EN EL AGUA'
  • Género.
    Novela

  • Editorial.
    Letrame. Almería, 2025.

  • Autor.
    Mariano Valverde Ruiz.

  • url
    letrame.com

La trama romántica es artífice de toda la historia, pues el apuesto hidalgo Gonzalo Musso Muñoz, de procedencia de una familia de alta alcurnia de Caravaca de la Cruz, se convierte en heredero de extensas tierras en el norte de la ciudad de Lorca, delimitadas por los ríos Luchena y Turrilla y protegidas por las sierras de la Culebrina y el Cambrón. Y en ellas encuentra a una bella aldeana, de nombre Francisca, más adelante la Paca, que lo deslumbra con su belleza y su desparpajo. Sus obligaciones como prohombre de ilustre linaje le marcan otro destino en el terreno inhóspito de las rígidas convenciones sociales aplicadas a su clase social, esto es, debe buscar esposa entre la alta sociedad lorquina. Y en esas aparece doña Inés, de los García de Alcaraz de Lorca, excelente partido que permite enlazar dos apellidos importantes en la comarca.

La rivalidad amorosa de dos mujeres de muy distinto origen encenderá el fuego de las pasiones y también el riguroso cumplimiento de las normas sociales y la moralidad de clase impuesta por la iglesia, con la Inquisición al servicio de ocultos intereses. Las dos mujeres tendrán muy diferente rol, cada una deberá decidir según su estatus. Serán dos mujeres y un destino. En un doble escenario, en la ciudad de Lorca y en las tierras altas de la comarca.

La ambientación histórica recrea los detalles de vestimenta y trato, de usos y costumbres propias del mundo rural. El estilo narrativo mezcla la descripción de los espacios abiertos, la vida en el campo pendiente de las tierras y la labor de la agricultura en cada una de las estaciones, y el cuidado ganado, en medio de un paisaje cuya naturaleza salvaje da rienda suelta a las pasiones y pone en jaque las decisiones. Decisiones que habrán de asumir sucesivamente los herederos a lo largo de cada generación hasta nuestros días.

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