Carmen María Pujante Segura, la sonrisa motivadora de una apasionada de la novela corta

Domingo, 21 de diciembre 2025

| Actualizado 22/12/2025 01:33h.

Carmen María Pujante Segura (Zaragoza, 1984) llegó a ser catedrática de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Murcia cuando todavía no había llegado a la mediana edad, como se refieren los psicólogos a los 40, «una fase de cambio, transición y conflicto». Asomada hoy a los 42, y respaldada por una brillante trayectoria, la sanjaviereña ha asumido la máxima responsabilidad académica y administrativa de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia. Ante el rector José Luján, Carmen Pujante tomó posesión esta semana en el Hemiciclo de Letras del cargo para el que fue nombrada en octubre pasado, en sustitución del profesor José Antonio Molina Gómez.

Decía el poeta murciano José Selgas que había siempre una nube delante de la felicidad, que ella siempre estaba más allá, «sueño que al alma fatiga». Y lo cierto es que esta semana no había nadie más feliz que ella en el Campus de la Merced.

«¡Gracias!» es la palabra más repetida estos días por Carmen María Pujante, sorprendida por verse al frente de una facultad con 110 años de historia y en la que ella dio rienda a sus ilusiones de convertirse en profesora. Es una lectora con paciencia y oficio, una artesana del magisterio, con grandes capacidades y cualidades humanas. Artes diplomáticas no le faltan. Ni paciencia ni voluntad de trabajo en red. Es una promotora como pocos de la cultura del libro. Su habilidad para motivar e ilusionar al alumnado es algo natural en ella; esta semana invitó a Celia Campayo, estudiante jumillana de primero, entusiasmada con el ‘Romancero gitano’ de Lorca, a tocar el violín para recibir al personal de la Facultad en el ágape navideño.

La docencia es, por encima de todo, su pasión. Es consciente de la suerte que ha tenido en una universidad como esta que ha ido forjando su historia con nombres y apellidos de eminentes maestros y maestras. Sin ir más lejos, su tesis doctoral, ‘La novela corta y la ‘nouvelle’ en la primera mitad del siglo XX. Estudio crítico comparativo a partir de seis autoras’, fue dirigida por el añorado catedrático Manuel Martínez Arnaldos [su verdadero guía en la institución, todo un «Emperador de las letras», como fue reconocido en la abrumante y serena Villa Adriano en el verano de 2024]. El recuerdo de Martínez Arnaldos estuvo muy presente esta «intensa» semana en su toma de posesión, a la que acudieron eminentes profesores como los filólogos Francisco Javier Díez de Revenga y Francisca Moya del Baño, la primera mujer en conseguir una cátedra en Murcia.

Carmen Pujante no tenía entre sus deseos de principios de 2025 convertirse en nueva decana de la Facultad de Letras. Pero no hay nada que le haga más ilusión que llevar a cabo proyectos, hacer realidad ideas. ¡Hacer cosas! «Porque bien lo sabemos los filólogos, que con las palabras también hacemos».

En esta aventura no está sola, pues Pujante se ha rodeado de compañeros y compañeras «de los que pueden sentirse orgullosos». En el equipo están, por ejemplo, Belén Hernández González, catedrática de Filología Italiana, como secretaria de facultad, y Miguel Ángel Puche Lorenzo, catedrático de Lengua Española como vicedecano de Coordinación Académica y coordinador del Grado en Lengua y Literatura Españolas. La nueva decana, por las fechas en las que estamos, reconoce estar llena de propósitos y deseos, y con su sonrisa de ilusión se comprometió a acompañar su trabajo con respeto y lealtad institucional, la misma que le gustaría que le dispensasen. «Necesitamos esa lealtad para hacernos fuertes y construir una facultad fuerte, pues nos espera a la vuelta de la esquina más de un reto. Debatiremos, consensuaremos, justamente para fortalecernos y para que la Universidad de Murcia y la sociedad lo vea».

Y, como dice en ‘Melancolía de la resistencia’ el escritor húngaro László Krasznahorkai, último premio Nobel de Literatura, «la fe no es cuestión de creer en algo, sino creer que de alguna manera las cosas podrían ser diferentes».

Pujante lee y habla perfectamente en inglés, francés e italiano –con la lengua de Dante y Nuccio Ordine juega con ventaja pues forma familia con Antonio Candeloro, hispanista italiano, profesor de la UCAM, con el que tiene dos hijas, Giulia y Carmen–, y es colaboradora de ‘Ababol’ de LA VERDAD, las revistas ‘Quimera’, ‘Ínsula’ y ‘Monteagudo’, y especialista en novela corta en el mundo hispánico, desde Carmen de Burgos ‘Colombine’ a Ana María Matute. Sabe por Concha Espina que «el sacrificio es obra de alto linaje que recibe muy ocultas recompensas», pero no hay otra en el camino de la vida. Y ella lo sabe. Veracruz, Avezzano, Lovaina, Bérgamo y San Javier, donde vive su familia, le acompañan en sus sueños.

William Abrego

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