Todos sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer para levantarnos sin resaca después de una noche de juerga: tan sencillo como no beber. Pero también sabemos que estos días la cosa se complica con tantas fiestas y reuniones familiares y se nos puede ir un poco la mano con la cerveza, el vino las copas de cava… Así que, siendo realistas, lo más probable es que alguna mañana nos levantemos con un dolor de cabeza infernal, el estómago revuelto y, por supuesto, la firme promesa de no volver a beber nunca más.
La pregunta del millón en estas situaciones es siempre la misma: ¿se puede tomar alcohol y que no tengamos que levantarnos con pala al día siguiente? Se pueden tratar con más o menos éxito los síntomas –náuseas, sed intensa por deshidratación, acidez de estómago, ligera amnesia, dolor de cabeza, debilidad y dolor muscular, embotamiento…–, pero no existe una receta milagrosa que nos impida amanecer sin resaca si nos hemos bebido hasta el agua de los floreros. Ahora bien, no todo es blanco o negro. Hay una serie de trucos realmente eficaces para que el día después sea un poco más llevadero.
Uno de ellos es ingerir alimentos ricos en grasas y de absorción lenta. Come carne, huevos o un puñado de frutos secos antes de empezar a beber alcohol y verás como te levantas con mejor cuerpo. Otro consejo que cuenta con respaldo científico es tomar agua entre copa y copa para no deshidratarse: el alcohol es diurético y nos hace ir al baño con mayor frecuencia, por lo que mantenerse bien hidratado es clave.
Mejor bebidas blancas que oscuras
En torno a la veisalgia, que es el nombre científico con el que se conoce a esa profunda sensación de malestar después de un atracón etílico, existen muchos mitos, desde comprimidos que te prometen que amanecerás fresco como una lechuga hasta remedios caseros de dudosa eficacia. Lo que sí es verdad y está más que comprobado es que las bebidas blancas como la ginebra o el vodka dejan menos resaca que las oscuras (ron, whisky…). Otro punto que se debe tener en cuenta para levantarse a la mañana siguiente con menos drama es «combinar este tipo de bebidas alcohólicas con refrescos o zumos siempre en su versión sin azúcar porque la glucosa empeora los efectos de la resaca», aclaran en el departamento de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla).
Desde hace un par de años también se han puesto muy de moda las llamadas pastillas antirresaca, unas píldoras que se publicitan como la «solución definitiva» a las noches de excesos y que se pueden comprar tanto en farmacias como en plataformas online. «En la mayoría de los casos, se trata de suplementos nutricionales formados por bacterias, vitamina B12 y un aminoácido, la cisteína. Esta combinación de ‘ingredientes’ se vende con la pretensión de ayudar a metabolizar el alcohol, pero su efectividad es bastante dudosa, sobre todo en personas jóvenes que no sufren carencia ni de la vitamina en cuestión ni del aminoácido», coinciden los expertos.
Noches de desenfreno…
Si esta información te llega demasiado tarde y anoche te hiciste amigo íntimo del camarero en la cena de empresa, el único remedio para acabar con ese mal cuerpo que te acompaña es tratar los síntomas. «Beber mucha agua puede hacerte sentir mejor, pero la deshidratación suele ir acompañada de un desequilibrio electrolítico, por lo que es recomendable añadirle sales de rehidratación oral como las que se toman en caso de diarrea. Otro truco que nos puede ayudar a revivir es tomar alimentos ricos en cisteína como huevos, cerdo, pollo, pescado, lácteos, legumbres…
Y si todavía te encuentras regulero, hazle caso a la sabiduría popular: noches de desenfreno… mañanas de ibuprofeno. Eso sí, tampoco te pases con la dosis porque «puede potenciar la actividad irritante del alcohol a nivel gástrico». Otra creencia muy extendida es la que dice que la resaca se pasa con más alcohol. A esta no le hagas caso. No hay mayor error que tomar una cerveza o una copa de vino para calmar los síntomas de la veisalgia. «Eso de que alcohol con alcohol se quita no solo es mentira, sino que puede ser peligroso», alerta Sally Adams, investigadora de la Universidad de Bath (Reino Unido).
Comercializan una bebida que ‘achispa’, pero no tiene alcohol
El neurocientífico británico David Nutt, que ha dedicado su vida a combatir los efectos nocivos del alcohol, ha lanzado al mercado la primera bebida que no lleva alcohol, pero que causa la misma sensación de achispamiento en la persona que la bebe. Eso sí, sin ninguna de sus desventajas: no deja resaca, puedes conducir, no te pones agresivo y encima no afecta a tu salud. El efecto de los licores creados por Nutt es rápido (lo notas en 5 o 10 minutos) y breve (se pasa en media hora), «de manera que se puede disfrutar del ‘puntillo’ sin los efectos nocivos del alcohol a largo plazo». Las variedades disponibles, que se pueden comprar en la mayoría de países europeos y Estados Unidos por 39 euros la botella, son el Sentia Red (herbal), el Sentia Black (ahumado) y el Sentia Gold (especiado); y están diseñados para mezclarse con tónica o soda.

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