Trucos para evitar que tu coche «se rompa» por culpa del frío

Vuelven las bajas temperaturas y tu coche también lo nota, sobre todo, si no tienes más remedio que dejarlo aparcado en la calle. El frío afecta a todos los componentes del coche: Desde las baterías a otros elementos como los neumáticos (que pueden perder presión), el aceite (que puede perder viscosidad) o las luces (que se pueden empañar y se reducirá nuestra visibilidad).

Las bajas temperaturas afectan de manera crítica a los vehículos, siendo la batería el componente más vulnerable tanto en coches de combustión como en eléctricos.

El frío ralentiza las reacciones químicas internas, lo que reduce drásticamente la capacidad de entrega de energía y puede impedir el arranque en motores tradicionales o recortar la autonomía hasta un 30% en los eléctricos.

Además, los sistemas de gestión térmica deben trabajar con mayor intensidad para calentar las celdas y el habitáculo, lo que supone un consumo energético extra que no se produce en climas templados.

Por otro lado, el frío extremo compromete la mecánica y la seguridad operativa debido a la alteración de los fluidos y materiales. Los aceites del motor y de la transmisión se vuelven más viscosos y espesos, dificultando la lubricación inmediata durante los primeros minutos de funcionamiento y aumentando el desgaste de las piezas metálicas. Asimismo, elementos de caucho como los neumáticos, las correas y las escobillas del limpiaparabrisas pierden elasticidad y se vuelven quebradizos, lo que reduce el agarre sobre el asfalto y aumenta el riesgo de roturas inesperadas en componentes auxiliares del motor.

Para ayudar a los usuarios a conducir con seguridad y cuidar su vehículo en esta época del año, Bipi, compañía de movilidad, comparte cinco consejos esenciales para moverse con libertad y sin sustos estas semanas.

El frío puede afectar notablemente al rendimiento de las baterías, haciendo que el motor tenga más problemas para arrancar. Si notas que el coche no arranca con facilidad, evita forzar el motor, ya que esto podría generar daños adicionales. Como medida preventiva, lo mejor en estos casos es ponerse en contacto con el seguro para señalar que existen problemas al arrancar el vehículo para que un especialista realice un diagnóstico y decida si es necesario cambiar de batería. En los coches por suscripción de Bipi, todas las revisiones están incluidas, garantizando que el vehículo se encuentre siempre en óptimas condiciones. De esta manera, se puede salir con tranquilidad sin preocuparse de que la batería falle en los días más fríos del invierno.

Nunca se debe usar agua caliente para quitar el hielo del parabrisas, ya que el contraste de temperatura podría agrietar el cristal, generando un riesgo adicional. La manera más segura es emplear un rascador adecuado o productos específicos de deshielo que permiten retirar el hielo de forma gradual. Un consejo extra: cubrir el parabrisas con una manta o funda protectora durante la noche puede ahorrar tiempo y esfuerzo por la mañana.

El agarre del coche sobre superficies frías, húmedas o heladas puede ser mucho menor que en condiciones normales, aumentando el riesgo de deslizamientos. Por ello, es fundamental comprobar la presión y el desgaste de los neumáticos con regularidad, ya que un neumático en mal estado puede comprometer la seguridad.

Una vez más, los coches más modernos incorporan un testigo que avisa si baja demasiado el nivel de presión de los neumáticos, así que conviene revisar que no tenemos ese testigo encendido en el cuadro y si se encendiera acudir rápidamente a una estación de servicio para incrementar la presión de los neumáticos. Mantener los neumáticos en buen estado no solo mejora la seguridad, sino también el control del vehículo en situaciones complicadas.

Durante el invierno, el nivel y tipo de anticongelante es fundamental para proteger el motor de las bajas temperaturas. Asimismo, el líquido del limpiaparabrisas debe ser específico para climas fríos, evitando que se congele y afecte a la visibilidad. Comprobar periódicamente ambos niveles es clave para no tener sorpresas durante los desplazamientos. Si en algún momento aparece un testigo en el coche señalando la necesidad de un mantenimiento preventivo es conveniente no dejar pasar el tiempo con el testigo encendido y poner solución lo antes posible. En los coches Bipi, este mantenimiento está incluido en la cuota mensual, de manera que el conductor no debe ocuparse de estas revisiones.

En invierno, las condiciones de visibilidad y el estado de las carreteras pueden cambiar de manera rápida e impredecible, haciendo necesaria una planificación cuidadosa antes de conducir. Revisar el parte meteorológico es imprescindible para conocer posibles nevadas, lluvias intensas o heladas que puedan afectar el trayecto. Además, asegurarse de que el depósito de combustible esté lleno permite afrontar imprevistos sin complicaciones. Con una correcta planificación, se puede conducir con mayor confianza incluso en los días más difíciles del invierno.

Durante el invierno, los conductores se enfrentan a condiciones especialmente cambiantes que pueden alterar sus planes y hábitos de movilidad. La combinación de bajas temperaturas, lluvias intensas y nevadas hace que la atención a los detalles sea fundamental. Estos factores pueden modificar las rutas habituales y exigir mayor previsión en cada desplazamiento. Además, la seguridad vial se convierte en un reto constante para quienes circulan a diario. Por ello, cada decisión sobre cómo moverse requiere un cuidado extra en esta época del año.

William Abrego

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