Alejandro Arribas creyó comprar el FC Cartagena el 9 de julio. El propio club lo anunció en un comunicado y él (o su padre) puso … dos millones de euros que Felipe Moreno no tenía pensado poner. Se salvó un ‘match-ball’ y se apostó por una transición ordenada que todos sabíamos que iba a durar cinco minutos. No llegó a cuatro. El Efesé, entonces, ya era un club ahogado financieramente y Paco Belmonte no tenía capacidad para atajar la deuda ni para invertir. Tiraría con el fondo de compensación por el descenso. Eso se dijo. Era mentira. Entonces ya se debían 800.000 euros a Hacienda y Seguridad Social, aunque esto no se supo hasta que las dos partes rompieron relaciones a mediados de octubre y desde el entorno de Arribas se filtró que Belmonte había dejado de pagar a las administraciones públicas.
Alejandro Arribas también creyó comprar el FC Cartagena el 30 de octubre. Ese día se dio la mano con Belmonte y, tras el visto bueno de Moreno, salió a rueda de prensa «a dar la cara» y «empezar una nueva etapa». Pero la felicidad duró menos de 48 horas. El 1 de noviembre se conoció que Arribas seguía sin ser el dueño del Cartagena. El exfutbolista «no imaginó» que «nos devolvieran un contrato completamente modificado y con cláusulas que de ninguna manera podíamos aceptar». Y dijo que se iba, para regresar en dos semanas. Y, de nuevo, vuelta a empezar.
Alejandro Arribas también creyó comprar el FC Cartagena el 26 de noviembre. Él, Moreno y Belmonte firmaron un nuevo acuerdo privado que convertía al primero en dueño del club. El precio final de la operación se cerró en 5,5 millones de euros. Era la tercera vez que Arribas compraba lo mismo en un plazo de solo cinco meses. Pero en el colmo de los disparates, un mes después, Belmonte sigue siendo el presidente del Cartagena y Arribas no controla el consejo de administración de la SAD albinegra y tampoco ha elevado a público delante de un notario ese acuerdo privado del pasado 26 de noviembre. A la tercera, por tanto, tampoco ha ido la vencida.
¿A qué espera ahora Arribas? Si esta pregunta la responde gente del entorno de Belmonte, a encontrar el dinero que no tiene. Necesita 1.174.000 euros para quedarse ya con el 51% del club, más otros 300.000 euros para hacer frente a los finiquitos de Belmonte, Sánchez Breis, Sivori y César Remón. Además, cuando entre debe asumir pagos urgente con proveedores y con Hacienda que superan los 500.000 euros. Y en junio de 2027 tendrá que poner otros 2,7 millones para completar la operación. En el entorno de Belmonte deslizan que Arribas no tiene el músculo económico necesario para quedarse con el club y, por eso, está ralentizando su entrada.
«Unos días más»
Sin embargo, en el grupo de Arribas restan valor a esta tesis y recuerdan que tanto Belmonte como sus principales colaboradores carecen de «credibilidad». Es cierto que la falta de transparencia y la desaparición de la directiva en el día a día del club hacen que la credibilidad actual de Belmonte sea prácticamente nula. Nadie le cree. Aficionados, empresarios, instituciones y medios de comunicación han dado la espalda al proyecto en los últimos meses, debido a la actitud incomprensible de Belmonte, cuya manera de afrontar la crisis solo ha servido para empeorar las cosas. Pero eso es perfectamente compatible con que existan dudas muy razonables sobre la solvencia de un Alejandro Arribas que lleva medio año tropezando con la misma piedra y que tampoco es claro ni transparente.
La auditoría que no le importó en verano es ahora fundamental para él. Y a solo cinco días de que termine el año sigue sin llegar. Por ley tiene que estar entregada antes del 31 de diciembre. En el entorno de Arribas aseguran que el futuro presidente del Cartagena está «muy tranquilo» y que todos los pasos se darán cuando tenga en su poder ese documento. El exfutbolista madrileño, que desde el lunes pasado tiene el visto bueno del CSD para cerrar la operación, dará explicaciones cuando tenga en su poder el 100% de las acciones del Efesé, para no repetir «el mismo error» de julio y octubre, cuando creyó tener un poder que, de momento, sigue sin ostentar. Alegan en el grupo de Arribas que fueron «engañados» en dos ocasiones y que, por tanto, toca seguir esperando. Primero, la auditoría. Y después, su entrada definitiva en el club. Ese es su plan.

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Enlace de origen : Las tres compras de un Arribas que sigue esperando una auditoría que no llega en el Cartagena
