
O vamos juntos o nos van a arrasar». Este vaticinio lanzado el pasado lunes por el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, va camino de … hacerse realidad en Aragón. Las fuerzas a la izquierda del PSOE han sido incapaces de ponerse de acuerdo y se presentarán a las autonómicas del próximo 8 de febrero en tres listas diferentes.
Por un lado concurrirán a los comicios IU y Sumar, que sí lograron llegar a un pacto en las negociaciones; por otro, irá Podemos; y diferenciados de todos ellos, la Chunta Aragonesista que tendrá como número uno al diputado de Sumar Jorge Pueyo. Esta diversificación lleva aparejada una inevitable dispersión del electorado progresista por el que competirán cada una de las distintas opciones.
Podemos reniega de los pactos con Sumar y con Yolanda Díaz, a la que acusan de traidora
Las negociaciones para formar un frente amplio que incluyese a Podemos, Izquierda Unida, Sumar y la Chunta se prolongaron casi hasta la medianoche del viernes, hora tope para registrar coaliciones. Finalmente, la incapacidad para aunar los intereses de cada fuerza política dio al traste con el propósito de reeditar un acuerdo como el de Extremadura, que llevó a la marca participada por Podemos e IU al mejor resultado de la izquierda en este antiguo feudo socialista.
Rencores personales
Tanto la formación morada como Sumar coinciden en la necesidad de crear un espacio político plural y compartido de carácter municipal, autonómico y nacional. Esta es la misma fórmula que en el pasado les permitió el acceso al Consejo de Ministros. Sobre el papel la solución a la división de la izquierda parece sencilla, pero en la práctica la tarea se presenta como todo un desafío. El principal escollo está en que las heridas de la ruptura en 2023 entre ambas formaciones permanecen abiertas. Muy especialmente los rencores personales entre sus principales dirigentes.
Podemos no perdona que Yolanda Díaz, a la que Pablo Iglesias ungió como sucesora cuando se retiró de la política, vetase en las listas de las pasadas generales a Irene Montero y relegase a un puesto humillante a Ione Belarra. Fue una traición, consideran. Y ahora, envalentonados tras los buenos resultados de su marca en Extremadura, los morados claman venganza. Acusan a la vicepresidenta segunda y sus fieles de seguidismo del PSOE y de renunciar a los valores de la izquierda que sí encarnan Montero o Belarra. Por eso, consideran, Sumar no tiene cabida en la reedición de una alianza a semejanza del ‘Pacto de los botellines’ que en 2016 firmaron Pablo Iglesias y Alberto Garzón, y que entregó al líder de Podemos en bandeja de plata el poder absoluto sobre las fuerzas de la izquierda.

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Enlace de origen : La izquierda lastra sus opciones en Aragón por su incapacidad para forjar una candidatura única