Un nuevo contrato permitirá poner en marcha la red de medidores de ruido en Murcia

Los pliegos, que salen a adjudicación por 526.000 euros y una duración de cuatro años, pretenden «garantizar que todos los equipos de medición que son fuente de datos para la elaboración de los Mapas Estratégicos de Ruido, los Planes de Acción y las inspecciones ambientales, se mantengan en condiciones óptimas de funcionamiento, verificación y calibración», explica el Ayuntamiento.

Uno los cuatro lotes de ese pliego, el de mayor cuantía (343.000 euros), se destinará al mantenimiento de las estaciones fijas de monitorización acústica y meteorológica de la plataforma MiMurcia, dentro del marco de las SmartCities. Son sesenta en total y forman parte de la red de monitorización continua que permitirá «disponer de datos en tiempo real», apuntan desde el consistorio. La instalación y puesta en funcionamiento de este sistema se viene ejecutando desde 2021 «y no está todavía operativa», según se recoge en los pliegos. Ahí se añade que, por eso mismo, «el lote 4 no se ejecutará hasta la recepción del sistema de sensores acústicos de MiMurcia por parte del Servicio de Medio Ambiente».

En lo que se refiere a los equipos para la monitorización acústica en continuo, «además de su verificación y mantenimiento, es necesaria su instalación en determinados puntos de la ciudad con medios que requieren el uso de personal especializado», apunta la memoria justificativa del contrato. Estos se encuentran integrados por un micrófono exterior con un dispositivo de registro de datos que, mediante una tarjeta SIM, lo transmitirá a la plataforma MiMurcia.

Vibraciones, luz y otros valores

Más allá de estos sesenta dispositivos, el primero de los lotes a licitación es para la instalación y mantenimiento de dos estaciones portátiles de monitorización acústica en continuo, por 110.000 euros, que se encargarán de estudios acústicos específicos, como zonas de amplia afluencia de terrazas y de tráfico. Otro para el mantenimiento y calibración de cinco sonómetros y cuatro calibradores de mano, que son utilizados por los técnicos en inspecciones ambientales presenciales. Y el tercero para el mantenimiento de equipos no sonométricos, encargados de valorar las condiciones meteorológicas, evaluar vibraciones interiores y controlar la intrusión lumínica (estos se usan, principalmente, para medir la vibración de pasos de trenes y la afluencia de camiones y autobuses en determinadas zonas urbanas).

Estas estaciones se encuentran distribuidas por todo el municipio, principalmente asociadas a los núcleos de población, «monitorizando tanto zonas más sensibles como áreas sanitarias, residenciales y otras que presentan ejes estructurales de tráfico, como Ronda Norte o Ronda Sur». También se cubren las Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE).

Estos dispositivos son los encargados de recoger datos sobre ruido, vibraciones, contaminación lumínica y meteorología que se emplean en las inspecciones ambientales y en los estudios municipales que se realizan sobre la incidencia de estos fenómenos, «especialmente en aquellas zonas donde se han demostrado que se superan los objetivos de calidad acústica», tal y como se explica en las prescripciones técnicas de esta contratación.

El pliego de condiciones técnicas del contrato contempla inicialmente, en el caso de las dos estaciones portátiles del Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento, un centenar de posibles ubicaciones orientativas. Se establece un total de doce ubicaciones al año durante la vigencia del contrato. Cada estación destinada a medir ruido de ocio se mantendrá un mínimo de tres semanas en cada ubicación y una semana para aquellas que midan la acústica del tráfico.

Desde la Concejalía de Planificación Urbanística, Huerta y Medio Ambiente, su responsable, Antonio Navarro, cree que el contrato permitirá mejorar cuestiones como la protección del medio ambiente, el descanso y bienestar de los ciudadanos y la planificación urbana. Para Navarro, es importante «poder contar con datos fiables y tomar decisiones basadas en información real y precisa». Por ejemplo, creen que les ayudará a disponer de información con los que llevar a cabo un mejor control policial sobre el volumen de música fuera de horario, eventos, conciertos, celebración de botellones, la falta de insonorización en locales o la localización de establecimientos que no cumplan la normativa.

Es, a su vez, una de las medidas incluidas en el nuevo Plan de Acción contra la contaminación acústica que, recién concluido, tiene que ir aún a la Junta de Gobierno. Este documento ha sido elaborado para el Ayuntamiento de Murcia por la empresa de ingeniería acústica Acre Ambiental. Su responsable, Alejandro Ochoa, vicedecano del Colegio de Ingenieros de la Región de Murcia, también participó en la elaboración del Mapa de Ruido del municipio. Con la puesta en funcionamiento de la red de seguimiento de la contaminación acústica -a cuyos datos dice Ochoa no han podido acceder desde su instalación-, asegura que permitirá «cambiar el concepto» sobre el seguimiento que se ha realizado hasta ahora del ruido en las ciudades: «Podremos conocer cómo se va a comportar y tomar decisiones en tiempo real».

Con herramientas similares (Madrid dispone de 31 estaciones fijas y 16 móviles o Barcelona con un centenar de puntos de medición), hay ciudades que adoptan medidas como la aplicación de ‘zonas acústicamente saturadas’, como sería el caso de Valencia. En Murcia, el Mapa de Ruido ha ayudado a llevar a cabo proyectos como la colocación de pantallas acústicas en la A-7 y la MU-33 por parte del Ministerio de Transporte.