El seguro obligatorio para patinetes llegará en 2026 tras crecer los accidentes un 8%

Los propietarios de vehículos de movilidad personal, entre los que se incluyen patinetes eléctricos y ‘hoverboards’, estarán obligados a inscribirlos en un registro público, dependiente de la Dirección General de Tráfico (DGT), y a tener contratado un seguro de responsabilidad civil. Sin embargo, la norma, prevista para entrar en vigor el 2 de enero, aún se retrasará hasta que se tramite el real decreto que dará cobertura jurídica al sistema de inscripción de todas las categorías de estos vehículos, según señalan fuentes de Tráfico. Así, queda en el aire la fecha exacta en la que inscripción y seguro serán condiciones obligatorias para circular en vehículos de movilidad personal (VMP), aunque se prevé que no se demore más allá de unas semanas.

Una vez en marcha, su incumplimiento podrá acarrear sanciones como si se tratase de un automóvil o una motocicleta. Esta obligación homogeneizará la regulación a nivel estatal, ya que las directrices hasta ahora pueden variar en cada provincia.

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La medida, recogida en la Ley de Seguros de Automóviles y modificada el pasado julio, persigue proteger a las víctimas de accidentes en los que haya vehículos de movilidad personal implicados, que en los últimos años se han disparado. Solo en la Región y hasta el pasado 18 de diciembre, este tipo de siniestros crecieron un 8% con respecto a 2024, al pasar de 566 a 610. Según datos de Tráfico, los accidentes en vías urbanas aumentaron en la Comunidad un 7%, hasta alcanzar los 595, mientras que en carreteras interurbanas se notificaron 15, esto es un 88% más que el año previo. Además, si bien los heridos que necesitaron hospitalización se redujeron un 48%, la cifra de víctimas mortales no bajó, al volverse a registrar un fallecido a consecuencia de este tipo de sucesos en los que las víctimas son especialmente vulnerables.

Hasta ahora, si el propietario de un vehículo de movilidad personal había ocasionado un siniestro vial, tanto él como el tercero que sufría la lesión o cuyo vehículo salía mal parado se encontraban ante una situación de desprotección, ya que uno se arriesgaba a tener que responder con su propio patrimonio para hacer frente a una indemnización y el otro podía no recibir una compensación por los daños sufridos. El nuevo marco legal velará por ambos. Por un lado, se han creado baremos que recogen las indemnizaciones por accidente, y que serán iguales a las percibidas en los producidos por el resto de vehículos. Esta medida busca, a su vez, fomentar las alternativas extrajudiciales entre las partes para reducir así el colapso en los juzgados por demandas y denuncias.

Por otro lado, el usuario de patinete responsable de un siniestro no tendrá que hacer frente al pago de compensaciones siempre que tenga suscrito este seguro. Además, el Consorcio se hará cargo de las indemnizaciones cuando la entidad aseguradora sea insolvente, siempre que el accidente se produzca de forma deliberada y si se circula sin póliza. En este último caso el Consorcio de Compensación se reserva el derecho de reclamarle más tarde los gastos directamente al propietario del VMP. La normativa también aclara que la manipulación de patinetes para que aumenten su velocidad podrá ser motivo de que la compañía aseguradora no se vea obligada a hacer frente a los gastos en caso de ocurrir un suceso y el Consorcio podrá reclamarlos igualmente al propietario del patinete.

Tutores legales

Desde este año, no disponer de seguro podrá traducirse en sanciones que oscilarán entre los 200 y los 1.000 euros, así como la inmovilización del vehículo.

La regulación también afectará a los usuarios menores de edad, que deberán aparecer en la póliza, aunque tendrá que ser un adulto quien la contrate como tomador. En caso de no contar con seguro, las multas o reclamaciones dirigidas a estos jóvenes se exigirán a sus tutores legales.

Además, la regulación incluirá la obligación de que los patinetes cuenten con un certificado de circulación y lleven una etiqueta visible a modo de matrícula con la que identificar fácilmente al dueño si hay un percance. Los aparatos adquiridos desde el 22 de enero de 2024 cuentan con este certificado, sin embargo los comprados con anterioridad podrán circular sin él hasta 2027. La medida, que ha sido en general bien recibida por los usuarios y los ‘riders’, ha encontrado cierta resistencia entre los más jóvenes por su coste, que oscila entre los 20 y los 100 euros anuales, en función de las coberturas que incluya. «No está bien planteado. Sin ingresos ¿cómo vamos a gastarnos el dinero en un seguro? Lo veo una tontería, si me paran intentaré hablar con la otra persona y explicarle mi situación», critica Andrés Cascuci, de 20 años.

Sin embargo, hay voces como la de Ignacio Díez, estudiante de 18 años que utiliza a diario su patinete para ir desde Espinardo hasta el campus de La Merced en Murcia, que abogan por contratarlo. «Me permite desplazarme sin depender del autobús, que no tiene suficientes frecuencias y me da mucha tranquilidad tenerlo, porque a menudo veo auténticos disparates y es peligroso».

Cuando el real decreto se apruebe, la medida encontrará ya a propietarios de patinete con su seguro contratado, aunque algunos lo hayan hecho por otras razones. La murciana Ana Ruiz explica que lo tiene desde hace un año porque le cubre posibles robos: «Ya me lo quitaron una vez y lo aseguré por eso. Y ya de paso, en caso de accidente me quito el lío».

La desaparición de plazas de aparcamiento en el centro de las ciudades en favor de carriles bicis ha animado a muchos usuarios a cambiar el vehículo por el patinete. Es el caso de Beatriz Martínez, quien deja el coche en un aparcamiento disuasorio para ir a su trabajo en Murcia: «Me lo regalaron hace dos años y así me ahorro conducir por el centro. El seguro me parece genial, sobre todo porque si tienes algún accidente, aunque no sea tu culpa, estás cubierto». Con ella está de acuerdo Juan Beltrán, quien se subió a su patinete hace meses por las complicaciones que encontraba para circular por la capital: «No hay más remedio que adaptarse, pero con tanta imprudencia veo el seguro muy necesario. Nadie está exento de atropellar o incluso de ser atropellado».

La reforma de la ley, impulsada por la DGT, deja en suspenso hasta dentro de unas semanas la obligatoriedad del seguro de responsabilidad civil para los denominados como vehículos personales ligeros (aquellos con una velocidad máxima de entre 6 y 25 km/h y un peso inferior a 25 kilos o entre 6 y 14 km/h si pesan más), a la espera de la aprobación del real decreto. Sin embargo, sí están obligados a suscribir esta póliza los vehículos de movilidad personal que puedan circular a una velocidad superior a 14 kilómetros por hora y tengan un peso por encima de los 25 kilos. No necesitan estar inscritos previamente en el registro de vehículos personales ligeros, ya que desde el pasado julio tienen la consideración de vehículos a motor. Sus propietarios tendrán que contratar el seguro antes del 26 de enero.