Arranque frío y con mucho castigo

Arranque frío y con mucho castigo

Jordan Davis intenta anotar en el partido./Nacho García

Jordan Davis intenta anotar en el partido. / Nacho García

Los gallegos fueron por delante todo el partido y merecieron más que el UCAM un triunfo que terminó siendo de marcador abultado por la dejadez final

Emilio Sánchez Bolea

Cuando un equipo como el Breogán, que el año pasado compartió momentos de grandeza (y de flaqueza final) también con el UCAM, con el que viajó a la Copa del Rey y con el que murió en la orilla del ‘playoff’, visita tu casa, ese partido se marca en rojo. Especialmente con la temporada ya bien avanzada y los objetivos que las primeras semanas ayudan a definir mejor. Pero la jornada 1 también cuenta, y el UCAM no solo se dejó uno de esos triunfos que nadie quiere dejar escapar, cuando recibes a un rival en tu casa. Además, lo hizo perdiendo por hasta catorce puntos de diferencia final, cuando, en los primeros 38:30 minutos de partido nunca se dio una desventaja de dos dígitos. Y, a falta de seis minutos del final, el equipo de Sito Alonso solo caía por uno.

En una competición en la que cada punto cuenta, el desánimo final con que el UCAM afrontó los minutos finales de partido es de los que cuesta comprender. Cierto que cuando se puso a solo un punto de su rival, este contestó con un 0-7 de parcial. Y que dos triples de Sergi García, seguidos los dos de tiempos muertos de Sito Alonso, helaron un Palacio la mayor parte del partido demasiado frío. Y que catorce puntos no reflejan la diferencia que hubo entre los dos equipos sobre el parqué, pero que sí son justa pena al pecado de la apatía.


70
UCAM Murcia

Trice (14), McFadden (10), Anderson (3), Radovic (6) y Diop (5) -quinteto titular- Davis (11), Klavzar (0), Luther (0), Bellas (5), Pustovyi (9), Sakho (1) y Jelínek (6).


84
Río Breogán

Hollatz (10), Bamforth (17), Momirov (0), Lukovic (4) y Happ (19) -quinteto titular- García (12), Kasibabu, Nenadic (11), Brajkovic (2), Quintela (4), Arteaga (0) y Nakic (5).

  • Parciales:
    17-22, 17-17 (34-39), 17-18 (51-57) y 19-27 (70-84).

  • Árbitros:
    Daniel Hierrezuelo, Alberto Sánchez y Roberto Lucas.

  • Incidencias:
    Palacio de los Deportes de Murcia, 1ª jornada de la Liga Endesa. 5.126 espectadores.

Así pues, mucho trabajo por delante para Sito Alonso y su ‘staff’ para ganar los automatismos que este equipo evidenció, al menos en esta jornada número uno, no tener. Y poco tiempo es del que se dispone. Mañana continúa la competición viaje a Zaragoza mediante, uno de los equipos que apuntan a revelación. De esos lo fueron UCAM y Breogán la pasada. Y, de revelación, a revolución en la plantilla. El UCAM tiene ocho caras nuevas en su equipo y esas son muchas las piezas a encajar. Pero, anoche, sobre el parqué del Palacio de los Deportes, diez de los jugadores del equipo lucense no vestían el azul celeste.

Un rival superior

Con Happ como gran terror bajo los tableros, que con un doble-doble de 19 puntos, 11 rebotes y 33 de valoración sacó los colores al juego interior más alto de la historia del equipo murciano, el UCAM estuvo todo el partido por detrás del Breogán, que tapaba todo intento de adelantamiento. El frío inicio (2-11, minuto 4) solo llevó a tímidas reacciones, en lo que se convirtió en la tónica del partido. Un equipo que mandaba y desarrollaba un juego de ideas claras, y otro que iba a tirones, los que pegaban Trice… y Trice. Hasta ahí la cuenta. Anderson, el fichaje estrella del verano, apenas entró en juego. Luther, tímido por miedo a equivocarse. Pustovyi y Diop, con falta de entendimiento con sus compañeros.

El UCAM pasó de verse a un punto a cuatro minutos del final, a dejarse derrotar por 14 cuando nunca estuvo en dos dígitos de desventaja

De entre los nuevos, y a excepción de Trice, el único en dobles figuras de valoración del equipo, Sakho es el único que saca aprobado del debut. Ordenado en ataque y llegando a todos lados en defensa, su participación en el segundo cuarto fue el obstáculo más difícil de sortear que encontró Happ y, con él, todo su equipo (y no volvió a jugar). La buena defensa permitió ataques más rápidos y Davis, que llegó ‘in extremis’ al partido por un viaje exprés a Estados Unidos debido a problemas burocráticos, pudo encontrar su espacio. Pero los triples del exuniversitario Bamforth no dejaban a los murcianos remontar (34-39, descanso).

Siempre cerca, nunca por delante

El UCAM no logró despojarse nunca de esa sensación de estar cerca de un chispazo, de su ‘big bang’ particular, que hiciese encontrar un juego que no salía y que dejaba más de una cara de circunstancia en los locales. Pero, simplemente, no se daba. El Breogán estaba poniendo muchos más argumentos para conducir el partido hacia donde le interesaba.

Sakho, el mejor interior universitario, hizo un gran segundo cuarto y se quedó sin el premio de jugar en la segunda parte

Con Trice y Davis juntos en pista, Sito intentó revolucionar un partido que, a posesiones largas, ya iba a ser gallego. Intensidad, riesgo y velocidad. Un parcial de 7-2 para empezar el último cuarto parecía evidenciar que la fórmula era la correcta, y el Palacio rugía más alto que en toda la noche. Pero, con 58-59 en el marcador, llegó un parón de los que poco interesan a quien viene remando casi a la desesperada. Una falta que Nenadic, tirando de pillería, intentó que se saldara con dos tiros, fue delibrada por los árbitros durante unos minutos para decidir que no lo fuera. Y, Mrsic, descontento con la decisión, pidió revisión. No solo fueron más minutos de detención al juego, sino que se le concedieron dos tiros al Breogán.

Así les hemos contado el minuto a minuto del UCAM-Breogán

El UCAM salió de ese caos que tanto le interesaba para entra en un partido que el conjunto gallego parecía dormir hasta que los triples de García sentaban cual cuchillada. El partido se escapaba y, encajando la derrota, el UCAM no peleó por un ‘basket-average’ más ajustado. Mal juego y peor actitud final de los jugadores de Sito Alonso en su presentación ante su afición.

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