El nuevo plan urbano de Yecla limita la instalación de granjas porcinas

El nuevo plan urbano de Yecla limita la instalación de granjas porcinas

El Ayuntamiento de Yecla ultima la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que regulará las construcciones en el municipio. La futura norma resolverá además uno de las grandes reivindicaciones de los vecinos: la ordenación del territorio para impedir la construcción de granjas porcinas. Tras el periodo de recogida de sugerencias, la Comisión Informativa de Urbanismo aprobó por unanimidad la nueva vía de protección ante la implantación de actividades de muy alto impacto en suelo no urbanizable, tales como granjas porcinas y plantas fotovoltaicas.

Los proyectos presentados en el Consistorio yeclano durante los últimos años con la intención de poner en marcha granjas porcinas en el término municipal son diversos. Sin embargo, hasta el momento ninguno ha llegado a ver la luz. Según explican desde el gobierno municipal, la figura de los caseríos como suelo urbano rural y la protección de los mismos va a limitar la instalaciones porcinas. De hecho, solo hay un 5% de terreno en el municipio que podría estar libre para este tipo de explotaciones. Sin embargo, los condicionantes de los cebaderos también se verán afectados por la nueva norma.

Según datos del Ejecutivo local, en Yecla hay 51 caseríos dispersos por la localidad. Se trata de edificaciones catalogadas con la figura de suelo urbano de núcleo rural. El Ayuntamiento, dentro de sus competencias, establece a partir de ahora que las explotaciones porcinas no puedan instalarse a menos de dos kilómetros de los caseríos ni tampoco a menos de 2,5 kilómetros sobre los cascos urbanos de Yecla y de la pedanía de Raspay. De esta manera, se otorga «la máxima protección a los vecinos de Yecla y a los valores comunes», apunta el portavoz adjunto del equipo de gobierno, Jesús Verdú.

Los límites a los cascos urbanos se aplicarían tanto a granjas de cerdos como a plantas fotovoltaicas. Pero no ocurrirá lo mismo con los caseríos, ya que no habrá restricciones a plantas solares cercanas a estos puntos. «Igualmente, se preservan la totalidad de las zonas inundables, estableciendo una parcela mínima de 50.000 metros cuadrados, con una ocupación máxima del terreno del 3% y una edificabilidad del 1,5% para la instalación de actividades de muy alto impacto en el suelo, así como distancia mínima de un kilómetro a las fuentes naturales, atendiendo al Proyecto de Plan Hidrológico 2022/2027», asegura Verdú.

Esta modificación se incorporará a la aprobación provisional del nuevo Plan de Ordenación Urbana, que será elevado al Pleno en las próximas semanas. Tras la aprobación provisional del Plan, volverá a abrirse un plazo de exposición pública que permita recoger la opinión de los vecinos y se remitirá al Ejecutivo regional que tiene la última palabra en la ordenación del territorio.

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