El robo de un patinete desencadenó el apuñalamiento mortal en Lorca

El robo de un patinete desencadenó el apuñalamiento mortal en Lorca

Ni un ajuste de cuentas por motivos de drogas, ni un crimen por viejas rencillas entre familias. La muerte de Silvestre, de 47 años, estuvo motivada por un asunto mucho más banal. El robo de un patinete fue el desencadenante del ‘crimen del lavadero’, según confirman fuentes cercanas a la instrucción del caso.

Asimismo, el acusado del presunto homicidio, un menor de edad, era el dueño del vehículo de dos ruedas sustraído y miembro de un conocido clan que reside en las viviendas sociales del barrio de San Pedro, en Lorca. Silvestre lo conocía porque viven en la misma barriada y, según los vecinos, ambas familias mantenían algunas disputas por otros asuntos.

El pasado viernes, no obstante, se citaron a las tres de la madrugada en la estación de servicio de Sutullena, situada en la Ronda Sur, para resolver el asunto del robo del patinete. Hasta la gasolinera llegaron dos vehículos, en los que viajaban entre cuatro y cinco miembros de cada familia. Aparcaron los vehículos en la zona trasera del establecimiento donde se ubica el lavadero, se bajaron de los coches y comenzó una discusión.

Fuentes cercanas al caso indican que ‘el crimen del lavadero’ no se produjo por un ajuste de cuentas por motivos de drogas

Silvestre era un hombre robusto, corpulento y sufría una cojera en una pierna, tal y como lo describen sus allegados. Los miembros del otro clan se enzarzaron en una disputa con él y el menor de edad, al que supuestamente le habían sustraído el patinete, le amenazó diciéndole que o se lo devolvían o le clavaba un cuchillo. Acto seguido, se produjo una pelea entre ambos. Según confirman fuentes cercanas a la instrucción del caso, no fue un ataque directo, sino que en el forcejeo, el joven acabó apuñalando en el pecho a Silvestre.

Con el hombre en el suelo y gravemente herido, los implicados en la pelea se subieron en su coche y huyeron. Los primeros en llegar para socorrer a Silvestre fue una patrulla de la Policía Local, cuyos agentes trataron de reanimarle, al tiempo que solicitaron una ambulancia.

No obstante, cuando los sanitarios llegaron solo pudieron certificar el fallecimiento del hombre. La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación del caso y recabó las imágenes de las cámaras de seguridad de la estación de servicio, que, según fuentes consultadas por LA VERDAD, confirmarían que el menor de edad fue el autor de la agresión mortal. Los vídeos también identificaron al resto de implicados y esa misma tarde, la Policía Nacional desplegó una operación ‘jaula’ en torno a barrio de San Pedro. Una veintena de agentes, pertrechados con cascos y porras, tomaron las calles de la barriada para tratar de que los sospechosos se entregasen.

Tal y como explicaron fuentes del Cuerpo, los efectivos trataron de evitar, además, que este apuñalamiento mortal acabase provocando un enfrentamiento entre familias rivales. Durante la redada se produjeron varios registros en domicilios y hubo un detenido; otro de los implicados en la reyerta, de 24 años, fue arrestado poco después en la estación de autobuses de Mula. Ambos fueron puestos a disposición judicial el domingo y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Lorca ordenó su ingreso en prisión.

No obstante, el supuesto autor material de la cuchillada permanecía huido. Los investigadores lo localizaron y detuvieron al día siguiente, el lunes, en Alicante, donde se ocultaba junto a otra persona. La Policía Nacional detuvo a ambos, pero dejó en libertad sin cargos al cuarto sospechoso que no estaba relacionado con los hechos.

Por su parte, el titular del Juzgado de Menores 1 de Murcia acordó el martes el internamiento en régimen cerrado, como medida cautelar, para el menor de edad, que afronta un presunto delito de homicidio, según precisaron fuentes judiciales.

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