La ensaladilla rusa más cara de la historia

Basta con comparar los precios de lo que costaba una ensaladilla rusa en 2019 y lo que cuesta ahora. Antes de la pandemia hacer ensaladilla en casa para cuatro personas salía por menos de 14 euros. Ahora roza los 20. La subida del precio del aceite, que se ha duplicado en el último año y que irá a más, ha hecho mella en ese primer plato recurrente y fácil de hacer.

Lo explica Araceli, una murciana que tenía la ensaladilla como «un plato económico» que ella ha puesto de primero en el menú habitual de su familia.

«Siempre ha sido un plato fácil de hacer y barato, muy económico, pero de un tiempo a esta parte, hacer la ensaladilla me cuesta bastante más de lo que a mí me costaba anteriormente. Los ingredientes con los que está hecha: la mayonesa, el atún, los huevos, las variantes, las aceitunas, han subido de precio. Aquella ensaladilla tan socorrida que solucionaba el primer plato de muchas de mis mesas, pues ha pasado a ser un artículo un poco más caro», explica a LA VERDAD.

Los huevos más caros

Los huevos son imprescindibles para hacer la ensaladilla y en los últimos 12 meses han pasado de 0,16 euros la unidad a 0,19 en la Región. El aceite está a 6,45 euros, el oliva de marca blanca y por encima de 8,00 euros el virgen extra. Además, la patata, sale a 1,00 euro el kilo, de media, frente a los 0,87 euros que costaba hace un año. Y aquí no acaba la cuesta arriba. El ingrediente estrella, el atún, está a 10,40 euros el kilo (por encima de la media nacional, 10,24 euros) y el año pasado costaba 8,35 euros.

«Huevos por las nubes»

Brígida, como todos, nota el encarecimiento de la materia prima para hacer la ensaladilla. «Hombre, claro», dice sin dudarlo cuando se le pregunta si ha notado que la ensaladilla sale hoy más cara.

«Antes compraba los huevos XL y no llegaban a 3,00 euros, ahora cuestan 3,25. Los lotes de atún han subido un 20%. La patata está bastante más cara. No llegaba al euro, el kilo, y ahora cuesta uno y pico. El aceite también ha subido. Si la haces en casa le pones más atún. En los bares le ponen variantes y patatas. Le sacan mucho partido y se aprovechan de la situación».

La marinera, un lujo

Transformar la ensaladilla en marinera ya salía caro el año pasado, pero el ajuste de precios se nota ahora. La anchoa se paga a 28,86 euros el kilo (por encima de los 25,38 de la media nacional) y en 2022 estaba a 30,04.

La rosquilla, por su parte, arrastra la subida del precio de la harina a 3,46 euros el kilo frente a 2,93 que costaba el año pasado, según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, que arrojan un descenso del consumo de alimentos en la Región de un año a otro, que va en paralelo al aumento del gasto por kilo consumido.

Así, por ejemplo, en febrero de 2022 el Ministerio registró en la Región de Murcia un consumo per cápita de 49,92 euros de alimentos con un precio medio por kilo o por litro de 2,49 euros y gasto per cápita de 124,49 euros.

En febrero de este año (últimos datos disponibles) el consumo per cápita de alimentos era de 44,36 kilos con un precio medio de 2,89 euros /kilo y un gasto per cápita de 128,18 euros.

Estos números reflejan una caída del consumo de alimentos en la Región, aparejada a una subida del precio medio de lo que pagamos por cada kilo o litro consumido.

Lo que siempre ha sido una tapa popular podría, en este contexto inflacionista, convertirse en un lujo. Le pasó a Manuel, que pagó la marinera a 3,00 euros en un bar de Algezares, sin la cerveza incluida en el precio.

Los empresarios aguantan

José María Rubiales, presidente de la Asociación de Cafés, Bares y Afines de la Región de Murcia, integrada en HoyTú, Federación Regional de los Empresarios de la Hostelería y Turismo, reconoce que el precio de la marinera, como todos los productos en los últimos años, ha subido mucho de coste. Y menciona algo que es fundamental: la rosquilla, un producto que arrastra el incremento del precio de los cereales. De esta forma, ha pasado de no tener apenas «significado», a llamar la atención de quien la tiene entre sus tapas habituales.

«La ensaladilla ha subido el doble del valor en los últimos tres años y la anchoa, igual. Ha habido muchas restricciones de pesca en los últimos años. Si a eso le sumamos todos los costes energéticos y las subidas reiteradas del Salario Mínimo Interprofesional, nos da un precio de venta que tendríamos que triplicar o cuadruplicar los precios de venta de hace cuatro años», explica el gerente del Parlamento Andaluz.

Pero eso no ha pasado, aunque sí es cierto que los precios de venta se han modificado al alza, pero «el empresario es el que está aguantando toda esa subida de costes», concluye Rubiales.