Murcia vibra con la explosión de alegría sardinera

Grupos de amigos, reunión de familias, despedidas de soltera… Jóvenes, mayores con andador y niños en carricoche. Salir a tomar el aperitivo en un día como el de este sábado ya se ha convertido en una tradición para muchos, aunque había quienes se estrenaban. Era el caso de Iria, una bebé de tan solo mes y medio de Rincón de Seca a la que sus padres le contarán su primera experiencia sardinera cuando sea mayor.

«Es un día muy chulo, con un montón de jaleo, pero hay que vivirlo para entenderlo. Desde fuera puede parecer un poco exagerado, pero a mí me gusta mucho ver Murcia así de animada», destacaba Julia Torres, la madre de la pequeña, mientras recibía la enhorabuena por su estreno en la crianza de algunos de los amigos con los que había quedado y empezaban a asomar por las inmediaciones del Teatro Romea. Con las pestañas decoradas con máscara rosa para la ocasión, Julia aseguraba que este año evitaría las zonas de mayor concentración de gente. «A mí siempre me ha encantado meterme en el paseo Alfonso X, que es donde está el meollo, para pedirle cosas a los sardineros, pero este año no lo haré por precaución. No me atrevo con la cría tan pequeña».

Las que no dudaron ni un segundo en colarse de lleno en el epicentro del bullicio fueron las hermanas Mari Carmen y Mercedes Belmonte. Aunque no son gemelas, lo parecían porque las dos lucían una camiseta de rayas idéntica y vaqueros. «Nos gusta vestirnos iguales y nos compramos las mismas prendas para coincidir en días especiales», explicaba Mari Carmen, la mayor de las risueñas parientas nacidas en la pedanía de Los Dolores, que se declaran amantes de la alegría del Entierro de la Sardina. «Hoy todo el mundo sonríe y está feliz».

«En el Bando de la Huerta no me verás, pero esta fiesta no me la pierdo nunca», afirmaba Mari Carmen mientras su hermana Mercedes, muy avispada, conseguía hueco en una de las abarrotadas barras instaladas en el Tontódromo, donde dar un par de pasos seguidos a las dos de la tarde era prácticamente imposible. «Hemos visto el pasacalles y nos hemos comido unos bocadillos, ahora vamos a por las marineras y ya no sé si aguantaremos hasta la noche, aunque tenemos sillas reservadas en primera fila».

Tampoco tenían claro si llegarían a la fiesta de la noche Pilar Liébana y Estela Ortiz. Dos amigas de los barrios del Infante y del Progreso, respectivamente, que decían tener agujetas de bailar y pasear por la ciudad durante las últimas dos semanas. «Empezamos saliendo el Viernes de Dolores y no hemos parado. La ciudad está preciosa, llena de flores y con ambiente en todos los rincones», manifestaba Estela, mientras Pilar añadía que «hoy es mi día favorito del año, Murcia se pone muy alegre y todo el mundo está supercontento».