Derroche de fantasía y espectáculo en el Entierro de la Sardina de Murcia

La temperatura acompañó, las calles se abarrotaron de público adornado con objetos luminosos y los grupos sardineros pusieron la guinda a unas Fiestas de Primavera en las que vecinos y visitantes han llenado las calles de Murcia en cada uno de los desfiles organizados, demostrando una vez más el vínculo inquebrantable que tiene la capital del Segura con la celebración de la llegada de la estación de las flores, que impregna la ciudad de olor a azahar y llena de alegría cada rincón.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, hizo un balance muy positivo. «Han sido unas fiestas con gran participación y afluencia en todos los actos y desfiles», destacó el primer edil, quien resaltó que «los sardineros son personas generosas, entregadas y altruistas, características que representan la personalidad de los murcianos». A lo que Diego Avilés, concejal de Cultura e Identidad, añadió que «hoy ponemos el colofón final con la mayor fiesta de Murcia, donde se respira una gran felicidad atmosférica».

El desfile, que salió de la avenida de San Juan de la Cruz y no empezó a recorrer la Gran Vía hasta pasadas las 22 horas, fue abierto por agentes de la Policía Nacional, algunos de ellos a caballo. Su presencia en el arranque del cortejo fue un guiño de la Agrupación Sardinera a la celebración del bicentenario de la formación del cuerpo, que recibió muchos aplausos del público como agradecimiento por su labor para garantizar la seguridad de los ciudadanos en días como el de este sábado, en el que el centro de Murcia era un hervidero de gente con ganas de festejar.

‘Y viva España’ con gaitas

El espectáculo comenzó con la banda de gaitas portuguesa ‘Sao Tiago de Cardielos’, una formación musical compuesta por setenta músicos de Galicia y Portugal que se ganó al público con el pasodoble ‘Y viva España’, un éxito de Manolo Escobar que no pasa de moda. Tras los gaiteros aparecieron las banderas de los grupos sardineros y de todos los municipios de los que ha llegado la sardina, a los que este año se ha sumado Santomera como lugar de procedencia.

Le siguió la mascota de la fiesta, escoltada por sus hachoneros. Un pez muy popular y querido que no solo se ha ganado el cariño de los más pequeños, ya que todo el mundo quería hacerse un selfi con él. También emocionaron a los niños los famosos personajes de Disney y de la Patrulla de Drilo. A continuación, fueron los adultos los que volvieron a su infancia con la actuación de Los Gabytos, grupo dirigido por el hijo del famoso payaso de la tele Gaby Aragón.

Detrás de ellos apareció Campanilla, una acróbata que sobrevoló la Gran Vía con una elegancia y serenidad en las alturas que dejó a todos con la boca abierta. También hicieron movimientos de infarto unas brujas de Alicante que llegaron subidas en escobas voladoras gigantes.

Verbenas móviles

No faltó el punto carnavalero, que pusieron comparsas como Fantasía de Águilas y La Sal de Torrevieja, que llamaron la atención con sus coreografías y estilismos. En el caso del grupo torrevejense, sus bailarinas lucieron unas coloridas espalderas de plumas con las que llenaron de ritmo y color el desfile.

Las atracciones artísticas se fueron sucediendo en un cortejo en el que hubo variedad de espectáculos, entre los que llamaron mucho la atención los grupos de música que actuaron en directo subidos en diferentes plataformas, al más puro estilo verbena móvil. Además de las orquestas Benidorm y Vela, fue protagonista el cantante murciano Diego Martín, nombrado Perráneo del Año por la Federación de Peñas Huertanas, que interpretó versiones de Bizarrap y Shakira y despertó pasiones entre los asistentes. Las puestas en escena de las escuelas de baile de Paloma Gambín, Carmen Romero y Víctor Campos tampoco defraudaron al público.

La expectación fue máxima al paso del tradicional Dragón de Conte, que ya se ha convertido en un clásico del desfile del Entierro de la Sardina. Elemento al que este año se sumó un impresionante gorila articulado de ocho metros de altura que ha batido récords de tamaño.

Tras el gigantesco gorila, comenzaron a pasar las carrozas de los 23 grupos sardineros encabezados por Centauro. Fue el momento en el que empezó la euforia y los sardineros comenzaron a lanzar los más de 2,5 millones de juguetes que llenaron de ilusión a mayores y pequeños. Como invitado sardinero, destacó la presencia del balocentista de Molina de Segura Izan Almansa, jugador de la NBA que repartió regalos con el grupo Ulises. Un cortejo en el que participaron unas 2.000 personas que fue la antesala de la quema del catafalco. Derroche de fantasía y espectáculo para volver a demostrar que Murcia no se entiende sin su Entierro de la Sardina.