El UCAM entra en Belgrado en el ciclo final de su sueño

El UCAM entra en Belgrado en el ciclo final de su sueño

El día D y la hora H ya están aquí. Este viernes, 26 de abril de 2024, a las 21.00 de la noche, y en el Stark Arena de una ciudad que lleva siendo sinónimo de baloncesto desde que este deporte tiene uso de razón, Belgrado, el UCAM entra en el ciclo final de su sueño. Uno que, de tener final feliz, podría ser el primer título en la máxima categoría en sus vitrinas, y en territorio europeo, ni más ni menos. Los sueños se cumplen, pero no todos. Cruel es la realidad adulta respecto a la fantasía de la niñez cuando unos sueños en sueños se quedan, aquellos en los que suena el despertador.

El UCAM regresa a un territorio, el de una final a cuatro con dos eliminatorias a partido único, en la que todo puede pasar. En 2018 tuvo su experiencia novel en Atenas, cuando le tocó enfrentarse al anfitrión y a la postre campeón, el AEK, en un OAKA hostil y lleno hasta la bandera. En Belgrado el ambiente será bien distinto. El oscuro interés de la FIBA por llevar la ‘Final Four’ a un país que no ha tenido a ni un solo participante esta temporada en la Champions League, anunciándolo antes de que se conocieran los cuatro semifinalistas, y con Svetislav Pesic de maestro de ceremonias, da para muchas especulaciones de gato encerrado.

El entrenador serbio, que entrenó al Barça (dos etapas), el Valencia y el Girona en nuestro país, es el seleccionador de Serbia y próximo entrenador del nuevo equipo de Dubái que se integrará la próxima temporada en la liga serbia y que tiene un acuerdo para incorporarse en el corto plazo a la Euroliga, previo paso por la EuroCup, si los socios de la Euroliga no lo impiden antes contra todo pronóstico. Una EuroCup, por cierto, para la que se especula fuertemente una muy próxima fusión con la Champions League.


B. C. L.

Por si alguien quiere unir los cabos sueltos de esta historia que ha llevado a que tres equipos españoles y un griego se jueguen el título en un país que, por mucho baloncesto que respire, no tiene ningún arraigo a una competición que, en comparación con el baloncesto caviar de Euroliga que disputan los locales Estrella Roja y Partizán, es marca blanca.

El mejor UCAM de siempre

Sea como fuera, el gran baile ya está aquí y la ilusión se impone a toda suspicacia. El mejor UCAM de la historia tiene el segundo hito de las tres presencias que persigue: Copa del Rey, ‘Final Four’ y ‘playoff’. De momento, y a falta de una tercera que se da por cantada, está ya en la mejor temporada de su historia. Nunca había ganado los 19 partidos que lleva ya en la buchaca en la Liga Endesa, la vez anterior que estuvo en la Copa por clasificación deportiva no estaba compitiendo en Europa y, cuando se vio en la ‘Final Four’ de 2018, antes no había habido Copa.

Pero este equipo quiere más. No entiende de dosificación sino de entrega máxima partido a partido, con una de las plantillas más físicas y equilibradas de su historia, que llega al tramo decisivo de la temporada recuperando a Ludde Hakanson cuando Troy Caupain atraviesa su momento más dulce y Howard Sant-Roos sigue sentando cátedra, que en Jonah Radebaugh ha encontrado un jugador total con que dosificar a un Dylan Ennis que nunca se esconde, que siembra el terror (a veces el suyo propio) con Rodions Kurucs; que combina el brillante descubrimiento de Dustin Sleva con el compromiso del capitán Nemanja Radovic y que, en lo más cerca del aro, ha reintegrado a tiempo al ‘MVP’ del comienzo de temporada, Simon Birgander, con el talento del nuevo, Marko Todorovic, y el tornero fresador Moussa Diagne.

Los jugadores charlan en la presentación.

Los jugadores charlan en la presentación.

Es el mejor momento de Sito Alonso como entrenador en Murcia, donde seguirá hasta 2026 como mínimo cuando son ya seis sus temporadas en el UCAM, y tiene ante sí el gran y quijotesco reto de convertir en molinos a los gigantes del Unicaja, el más claro favorito.

Spanoulis: la leyenda continúa

Antes de que llegue el turno de murcianos y malagueños, a las 18.00 la ‘Final Four’ levantará el telón para la primera semifinal, la que mide al Tenerife, bicampeón de la Champions (2017 y 2022) y candidato a convertirse en el único equipo en ganar tres veces la competición (en solo ocho ediciones), y al Peristeri griego, una de las grandes sorpresas de esta temporada.

Único equipo que ha sacado billete para Belgrado con el factor pista en contra en los cuartos de final, dejando en casa al vigente campeón del Bonn alemán, y que tuvo que entrar en un ‘top 16’ en el que perdió sus tres primeros partidos por la vía del ‘play-in’, el Peristeri es un equipo que, al margen del ex UCAM Joe Ragland, tiene a su gran estrella en el banquillo, pues está dirigido por un Vassilis Spanoulis que se retiró en 2021 como uno de los mejores jugadores europeos de la historia, con tres Euroligas (en las tres fue el ‘MVP’ de la ‘Final Four’), un Eurobasket, un subcampeonato mundial y una larga retahíla de títulos nacionales en Grecia, donde fue primero ídolo del Panathinaikos y, más tarde, del eterno rival, el Olympiacos, donde alcanzó su mejor versión y se consagró como una de las más grandes leyendas del baloncesto continental.


El morbo de la bestia negra: Unicaja es el único equipo que ha ganado dos veces en el Palacio este año

Para que el UCAM haya llegado tan lejos en la Champions League ha tenido que hacer muchas cosas bien. Una de ellas, defender el feudo propio, un Palacio en el que esta temporada ningún adversario europeo ha ganado. Pero el último que lo hizo, en los cuartos de final de la temporada pasada, es justamente el que está hoy enfrente como obstáculo por un hueco en la final.

Y, es más, ese mismo equipo es el único que ha derrotado al UCAM dos veces en el Palacio, donde también ha ganado el Valencia. El Unicaja lo hizo en el primer partido oficial de la temporada, la semifinal de la Supercopa de Murcia (74-79) y, luego, en liga regular en la Liga Endesa (65-88). Ha ganado los últimos cuatro enfrentamientos directos entre los dos equipos y eso le da el oficioso título de bestia negra de los de Sito Alonso, que quieren evitar el repóker jugando de tapados ante un equipo que, después de colapsar en la ‘Final Four’ de 2023 en que eran anfitriones, volvió a hacerlo en una pasada Copa del Rey que también se celebró en Málaga.

La Costa del Sol está muy lejos del Danubio, pero la presión, público verde y morado dominante en la grada o no, está del lado del Unicaja, del que, esta vez sí, se espera que salga rey de la Champions League. Su favoritismo no es en vano: fue el único invito del ‘top 16’ y es el actual líder de la Liga Endesa.

Cuando el UCAM se vio en este mismo escenario en Atenas, en 2018, su entrenador era el que se sienta hoy en el banquillo rival, Ibon Navarro, que ese verano cambió Murcia por Andorra hasta su destitución de 2022 a la que le siguió su fichaje, semanas después, por un Unicaja en el que sustituía, como en Murcia, a Fotis Katsikaris.

El UCAM de Navarro, que, al igual que hoy, contaba con Alberto Miranda de asistente, es uno recordado por su especial potencial físico, uno seguramente no igualado hasta este curso. Para el éxito europeo de aquel equipo fundamental fue el fichaje dos meses antes de Augusto Lima, en la segunda de sus tres etapas murcianas después de su aventura china, y que regresó al Unicaja la temporada pasada después de su sorpresiva salida del UCAM, mes y medio después de su renovación.

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