Cieza se rinde ante el Cristo del Consuelo

Cieza se rinde ante el Cristo del Consuelo

El municipio de Cieza se rindió este viernes a su imagen más venerada, la del Santísimo Cristo del Consuelo. Como cada tres de mayo, la talla fue trasladada en romería hasta su ermita en un acontecimiento que congregó a miles de ciezanos y visitantes. El cortejo partió de la basílica de Nuestra Señora de la Asunción, donde el llamado ‘Señor de Cieza’ se encontraba desde el pasado Domingo de Ramos, cuando fue trasladado para participar en varias procesiones de Semana Santa. Durante los últimos días, ha protagonizado su tradicional novenario, al que han asistido cientos de devotos.

Tras pasearse por diferentes calles del casco antiguo, donde miles de pétalos fueron arrojados desde los balcones, el cortejo se dirigió al Camino de Madrid, donde el ritmo de la procesión cambió al son del himno que el maestro ciezano Antonio León compusiera para esta ocasión a finales del siglo XIX. Bajo los cánticos de ‘Cristo bendito, Gloria de Cieza, consuelo dulce del Corazón’ -así reza el estribillo- el Cristo llegó a su ermita ya con los últimos rayos del sol, donde fue recibido por las monjas que allí habitan.

Durante la Guerra Civil, la imagen fue quemada por los contrarios a estas creencias religiosas pero, tras la contienda, se hizo llegar una réplica del Cristo desde Caravaca

La devoción hacia el Santísimo Cristo del Consuelo se remonta varios siglos atrás. Los primeros documentos que lo acreditan son del año 1606 y, desde entonces, no ha dejado de tener protagonismo entre los ciezanos, siendo una de las fiestas más esperadas del año. Durante la Guerra Civil, la imagen fue quemada por los contrarios a estas creencias religiosas, pero la devoción era tal que, tras la contienda, se hizo llegar desde Caravaca de la Cruz una réplica del Cristo que allí existía, para lo cual fue necesario entregar a cambio un Sagrado Corazón de Jesús. Lejos de decrecer, la adoración ha ido aumentando conforme ha ido pasando el tiempo y se plasma de manera especial durante su traslado en la tarde de Domingo de Ramos y el 3 de mayo con el regreso a su ermita.

Ciezanos ausentes

Esa inequívoca devoción que los ciezanos profesan hacía el Santo Cristo es motivo para que, cada año, muchos vecinos que viven fuera aprovechen para volver al municipio que les vio nacer. En la década de los años 50 del pasado siglo XX, el Ayuntamiento de Cieza y la propia cofradía alentaron reconocer a estas personas coincidiendo con el Día de la Cruz.

Aquella idea se perdió años después, aunque fue recuperada e impulsada en la primera década de la actual centuria por el desaparecido exalcalde Antonio Tamayo. Por ello, cada 3 de mayo, el Consistorio organiza un protocolo para recibir, a modo de muestra, a unos cuantos de estos vecinos. En esta ocasión, los reconocidos fueron José Martínez Ballesteros, llegado desde Almería; Manuel Aroca Egea, de Murcia; María Dolores Salmerón Fernández, de Jumilla; Cati Caballero Rojas, de Alicante; Sebastián Jesús Martínez Turpín, de Cartagena; Esther Marín Ramos, de Alicante; y Pedro Pino López, de Jumilla.

El alcalde de Cieza, Tomás Rubio, y el presidente de la cofradía, José Balsalobre, los recibieron en el Salón de Plenos del Ayuntamiento junto al resto de miembros de la corporación y les hicieron entrega de una metopa con la imagen del Santo Cristo del Consuelo. Después, en la casa-museo de la Cofradía, se les impuso su pin de oro y firmaron en su libro de honor. Los ciezanos ausentes tuvieron además la oportunidad de poder visitar la exposición que estos días se exhibe en el Museo de Siyasa y en la que se muestran los toneletes que posee la imagen. Son un total de 40 de estos faldones con los que se adorna la imagen sobre su paño de pureza.

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