El gran desfile de Moros y Cristianos devolvió la ciudad a su época medieval. El bullicio de la multitud que se congregó en las tribunas contrastaba con otro de los actos del programa festivo, la Cruz de Impedidos, que llenó de emoción los hogares de enfermos y ancianos que abrieron sus puertas a la Sagrada Reliquia. Unas horas más tarde, tuvo lugar el desfile de los pequeños caballistas por la Gran Vía y el concurso de carrera para los ponis junto a las murallas del Castillo.
Tras el pasacalles en el que participaron 31 ponis, los pequeños caballistas también corrieron la Cuesta del Castillo y cronometraron los tiempos conseguidos. La peña más rápida fue Mini Aspirante, con una marca de 11 segundos y 66 centésimas; el segundo puesto fue para Mini Artesano, con 11 segundos y 81 centésimas; y el tercero, Mini Flecha Roja, con 12 segundos y 25 centésimas.
Poco después de las siete y media de la tarde se iniciaba el desfile, que encabezaba una representación del Bando de los Caballos del Vino con las dos Amazonas y una carroza con dos caballos enjaezados. El desfile arrancó desde la avenida de la Constitución y recorrió la Gran Vía y la calle Puentecilla para finalizar en la plaza del Arco. Las amazonas, las hermanas Andrea y Daniela López Popescu, desfilaron a caballo junto a la carroza que llevaba las piezas de enjaezamiento de la peñas Al-Bino y Mel-Azules, primeros puestos en el primer y segundo bloque, respectivamente.
La Cruz de Impedidos visitó los hogares de los enfermos durante toda la mañana
La ciudad, que sigue celebrando las Fiestas de la Vera Cruz, se sumergió en su pasado medieval inundando las calles de música, coreografías e historia, reflejada en el vestuario que mostraban unos festeros ilusionados, que recordaba la presencia y las contiendas entre moros y cristianos en esta tierra de frontera. Los grupos festeros fueron el centro de las miradas de los miles de personas, unas 10.000, que abarrotaban las tribunas colocadas a ambos lados de la principal calle de la localidad, así como las ventanas y balcones de los edificios de la Gran Vía. Una explosión de colorido y belleza se fundió con las coreografías de los grupos y kábilas femeninas y con la marcialidad de caballeros y kabileños.
Unos 10.000 asistentes
Al frente del Bando Moro, desfilaron sus Sultanes, Francisco Martínez y Julia Martínez, en sus papeles como Ceyt Abuceyt y la bella Aixa. También desfilaron los Sultanes Infantiles, Herminio Montiel y Nathalia Sáez.
El Bando Cristiano estuvo presidido por sus Reyes, Andrés Navarro y Guillermina Andújar, como Fernando III El Santo, y Patricia Fernández, como Beatriz de Suavia. También desfilaron los Infantes de Castilla, Los hermanos Javier y Elena Ramírez. La música, la alegría y la cadencia de los grupos al desfilar se convirtieron en el complemento ideal para este desfile, que atrajo hasta la Gran Vía a miles de personas para presenciar un espectáculo lleno de historia, luz y fiesta.
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Enlace de origen : Moros y Cristianos recrean la historia medieval de Caravaca
