Cuánto tarda en irse el bronceado, cómo prolongarlo y otros secretos del moreno

Cuánto tarda en irse el bronceado, cómo prolongarlo y otros secretos del moreno

En cuanto empieza a apretar un poco el calor, las estanterías de supermercados, perfumerías y farmacias se llenan con infinidad de productos de protección solar: Los hay en crema, aerosol, brumas, para pieles sensibles, especiales para niños, en barra, de amplio espectro, de colores, con filtro mineral, químico… La oferta es tan amplia que muchas veces terminamos eligiendo una determinada marca simplemente porque nos regala una bolsa de playa o está de oferta en lugar de pensar si ese fotoprotector es el que más le conviene a nuestra piel.

Por cierto, ¿sabes cuánto dura el bronceado? «Pues aproximadamente una media de 28 días o algo más si nos ha seguido dando el sol, justo el tiempo que tarda la epidermis en renovarse por completo», responde la dermatóloga Ana Molina. Para poner un poco de orden en todo este galimatías de tipos de filtros, factores de protección y texturas, hemos elaborado una pequeña guía con las claves que se deben tener en cuenta a la hora de elegir una buena crema solar, que además de evitar que nos quememos nos protege frente al cáncer del piel. Apunta.

Los factores

¿Qué diferencia hay entre un producto que pone protección 20 y uno de 50?

Mucha gente se piensa que si se compra una crema de protección 20 se va a poner morena antes que si se aplica una de 50. Error. Lo que en realidad va a pasar es que se va a quemar antes. «El factor de protección solar (FPS) sirve para calcular el tiempo que nuestra piel puede estar expuesta a la radiación solar sin quemarse. Por ejemplo, si una persona tarda entre dos y tres minutos en quemarse (antes si es muy blanquita, algo más si es morena), una crema de factor 10 le protegerá del sol durante unos veinte o treinta minutos. Para calcularlo, se multiplican los minutos que nuestra piel tarda en quemarse por el factor de protección. En este caso, sería 2 o 3 por 10. Si la crema solar es de 30, esa persona estará protegida durante una hora, hora y media como mucho, mientras que si aplicamos un factor 50, podemos estar al sol sin quemarnos durante unas dos horas», aclara la doctora Molina, que aconseja aplicar siempre un factor de protección muy alto (50) y de amplio espectro. Es decir, que nos proteja no solo de los rayos UVA sino también que lleven protección frente a infrarrojos y luz visible.

Tipos de filtro

Los minerales son ideales para los niños y los químicos se absorben con más facilidad

Otro aspecto que genera mucha confusión son los tipos de filtro, que son las sustancias que se añaden a las cremas para otorgarles el efecto de protector solar y pueden ser de tres tipos: físicos (minerales), químicos y biológicos. Los primeros «actúan como una pantalla dispersando la radiación. Serían como el escudo de un caballero medieval donde los ataques rebotan. El principal inconveniente es que no se extienden muy allá y suelen dejar una capita blanquecina sobre la piel», precisan las farmacéuticas Gema Herrerías y Marián García en su libro ‘Radiografía de un cosmético’. «Son perfectos para pieles sensibles y niños pequeños «porque el producto no se absorbe y empieza a actuar antes», añade la doctora Molina.

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Los filtros químicos, sin embargo, «captan la energía solar, absorben la radiación y la transforman convirtiéndola en inocua para la piel. Siguiendo con el símil medieval, estos filtros serían como la espada del caballero, capaz de desviar todos los ataques», precisan las farmacéuticas. Resultan más fáciles de aplicar que los minerales, pero suelen dar más problemas de intolerancia. Los biológicos no protegen de la radiación solar en el sentido literal –suelen ser sustancias antioxidantes– sino que ayudan a reparar el daño celular causado por el sol.

¿Qué cantidad me aplico?

30 gramos para el cuerpo y dos dedos para la cara. Ojo con los fotoprotectores con color

Otro de los motivos por los que se recomienda usar una protección muy alta es porque nos echamos poca crema y mal, por eso nos quemamos con tanta frecuencia. La recomendación es aplicar dos miligramos de producto por centímetro cuadrado: unos 30 gramos para el cuerpo y dos dedos bien colmados para el rostro. «Y reaplicar cada dos horas», insisten los especialistas.

En el caso de los fotoprotectores con color es aconsejable usar primero uno ‘blanco’. ¿Por qué? «Porque cuando aplicamos este tipo de producto nos ponemos menos cantidad de la recomendada para no vernos tan maquilladas. Por eso, lo mejor es usar una crema de sol tradicional en la cantidad adecuada y por encima el maquillaje o la crema protectora con color».

Mejor en crema que en aerosol, y en barra para deportes de agua

En el caso de los niños, se recomienda usar filtros minerales y en crema mejor que en aerosol para saber en qué zona aplicamos el fotoprotector. Si preferimos en spray, lo mejor es que echemos el producto en la palma de la mano primero y después sobre la piel. En este sentido, los dermatólogos recuerdan que no se puede aplicar crema solar a los bebés menores de seis meses.

Los deportistas pueden recurrir a cremas ultraligeras de base acuosa para protegerse del sol porque no generan sensación de grasa ni escuecen los ojos al mezclarse con el sudor. Para los deportes de agua es preferible usar protectores en barra, que son mucho más densos y aguantan mejor en la piel. Entre los surfistas están muy de moda los fotoprotectores de colores vivos como el azul o el amarillo.

¿Cuándo se aplica?

Entre 15 y 20 minutos antes de exponerse al sol y reaplicar cada dos horas

Lo deseable es aplicar la protección entre quince y veinte minutos antes de exponernos al sol, sobre todo si el producto tiene filtros químicos, porque tardan unos minutos en absorberse y empezar a actuar. Y reaplicar cada dos hora. También es aconsejable dejar pasar unos minutos desde que aplicamos la protección y nos metemos al agua.

Fotosensibilidad

Cuidado si tomas ibuprofeno o antibióticos porquete quemas antes

También es importante tener en cuenta el índice de quemadura, que en los meses de verano se produce a la media hora de estar expuestos al sol, por lo que también debemos protegernos no solo en la playa o en la piscina sino también cuando salimos a pasear o vamos a estar sentados en una terraza al sol. Además, algunos medicamentos como el ibuprofeno o las tetraciclinas que se toman para tratar el acné aumentan la fotosensibilidad de la piel, por lo que nos quemamos antes.

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