Más de la mitad de personas con autismo caen en una depresión

Más de la mitad de personas con autismo caen en una depresión

Jueves, 10 de octubre 2024, 01:13

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El 59,3% de las personas diagnosticadas de trastorno del espectro autista (TEA) sufren problemas de salud mental, según un reciente estudio realizado por Autismo España al que ha tenido acceso LA VERDAD y cuyas conclusiones se publicarán próximamente. La confederación estatal elaboró una encuesta a lo largo del pasado año para la que contó con usuarios de sus centros mayores de 35 años y ciudadanos neurotípicos, con una muestra de 319 personas, de las que 53 contaban con Trastorno del Espectro Autista.

Entre los resultados del informe destaca que el 53,7% de las personas con TEA ha sufrido depresión frente al 3,3% del resto de los encuestados. Del mismo modo, el 79,4% ha padecido episodios de ansiedad, por el 6,3% reconocido por otros ciudadanos. «La diferencia es altamente significativa», subraya Pablo Rodríguez, psicólogo de la Asociación de Familias de Personas con Trastorno del Espectro del Autismo de la Región de Murcia (Astrade), que afirma que los datos remarcan la condición de «vulnerabilidad» de este colectivo en cuestiones de salud mental.

«Los problemas de salud mental dificultan más la calidad de vida que los propios síntomas nucleares del autismo»

Pablo Rodríguez

Psicólogo de la Asociación de Familias de Personas con Trastorno del Espectro del Autismo de la Región de Murcia

Estas afecciones «dificultan más la calidad de vida de estas personas que los propios síntomas nucleares del autismo», afirma.

María Soledad Conesa, psicóloga diagnosticada de TEA de 23 años, ha experimentado muchos de estos problemas en carne propia. «He tenido depresión, he tenido ansiedad y he tenido fobia específica también, sobre todo por la hipersensibilidad al ruido», cuenta. Desde hace un año se encuentra contratada en Astrade, donde ha encontrado la forma de ayudar a personas de su misma condición. «Me proporciona una gran satisfacción. Estoy superfeliz», asegura. «Creo que como yo también tengo autismo, puedo entenderles mejor».

Síntomas enmascarados

Identificar los problemas de salud mental en las personas con TEA es, en muchas ocasiones, una tarea especialmente complicada, especialmente en personas donde la comunicación «se encuentra mermada», explica Pablo Rodríguez. «Podemos sospecharlo porque tienen menos apetito o duermen peor, pero no hay ninguna escala para poder evaluar y diagnosticar una enfermedad de salud mental en estos perfiles».

Otras veces ocurre lo contrario, que el diagnóstico de TEA se retrasa por un enmascaramiento de los síntomas tras la aparición de trastornos mentales. «Hay personas, sobre todo mujeres, que llegan a nosotros después de una serie de diagnósticos erróneos por problemas de salud mental, ya que ellas tienen más facilidad para elaborar estrategias de compensación que camuflan el autismo», afirma el psicólogo. «Nos encontramos con gente que lleva años sufriendo sin recibir las terapias adecuadas».

«Después de intentar encajar muchísimas veces y no recibir nada más que fracasos, sufren lo que se llama fatiga de identidad autista, cuando sienten que haga lo que haga no va a solucionar su problema»

Pablo Rodríguez

Psicólogo de la Asociación de Familias de Personas con Trastorno del Espectro del Autismo de la Región de Murcia

Esa sensación, la de no encajar, fue la que empujó a María Soledad a interrogar a sus padres hasta averiguar un diagnóstico que nunca le habían comunicado. «Tendría 18 o 19 años. Estaba en una clase para alumnos con necesidades especiales y sentía que no pintaba nada allí», recuerda.

«Le pregunté a mi madre si habían hablado con los profesores para que me dieran algún trato de favor y me dijo que no era así. Me dijo: ‘Estás ahí porque tienes autismo’»

María Soledad Conesa

Psicóloga diagnosticada con TEA

«Supuso un gran impacto -cuenta-. Ellos lo sabían desde que yo era pequeña».

A la depresión y la ansiedad se añaden también «mayores probabilidades de sufrir trastornos alimentarios y del sueño, más propensión a sufrir ‘burnout’, psicosis y trastornos de la personalidad», cuenta Javier Álvarez, psiquiatra y padre de Jorge, un joven con TEA de 14 años. «Eso lleva además a mayores tasas de suicidio».

Uno de los momentos claves en lo emocional es la comunicación del diagnóstico, que tiene un gran impacto tanto en los afectados como en sus familias, sobre todo si es tardío. «Por un lado, hay personas que sienten un gran alivio, porque las cosas que les ocurren tienen sentido», explica María Soledad. «Luego hay otros que no lo encajan nada bien, sobre todo por el miedo a ser estigmatizados».

En el caso de las familias, la noticia es siempre «devastadora». «Es un duelo que tienes que pasar», cuenta Helena Flores, madre de otro adolescente con TEA, Daniel, de 15 años. «Por un lado, nos dio tranquilidad, porque sabía que pasaba algo pero no sabía qué ni cómo podía ayudar. Y, por otro, nos paralizaba el miedo a qué sería de él cuando no estuviéramos».

«Trastoca todos tus proyectos y las ideas que tienes de cómo va a ser tu familia», apunta Javier, que tiene claro cuál es la mejor manera de prevenir problemas en cuidadores y afectados: «Aceptar el diagnóstico lo antes posible y empezar a pedir ayuda para contar con todos los apoyos que sean necesarios».

  1. La Federación de Salud Mental alerta del vínculo entre la precariedad y los problemas psicológicos

La Federación de Salud Mental de la Región de Murcia reclamó ayer «más y mejor empleo» en un acto con motivo del Día Mundial de la Salud Mental celebrado en la avenida de la Libertad de Murcia donde se dieron cita casi 400 personas.

La presidenta de la Federación, Pilar Morales, destacó la relación entre la precariedad y los trastornos de salud mental, y recordó que estos constituyen «la segunda causa de baja laboral en España, solo por detrás de los problemas musculoesqueléticos», con casi 600.000 bajas en 2023, un 15% más que el año anterior. «El estigma sigue siendo una realidad en el entorno laboral, ya que el 54% de las personas de baja por salud mental han escondido el motivo real de su ausencia», aseguró.

Para Morales, el acto de ayer encerraba «una doble reivindicación: por un lado, que las personas con problemas de salud mental accedan al trabajo y, por otro, que el desempeño del trabajo para cualquier empleado le permita disfrutar de una adecuada salud mental».

En el acto, al que acudieron la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, los consejeros de Salud y Política Social, Juan José Pedreño y Conchita Ruiz, y la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Murcia, se cerró con la lectura de un manifiesto reivindicativo por parte de miembros de las asociaciones de salud mental de la Región.

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