Nos encontramos en el año 2010, viviendo a pleno rendimiento la generación de Xbox 360, donde habíamos podido disfrutar de auténticas obras maestras como pueden ser Halo 3, Mass Effect 2 o Bioshock, obras que marcaron un antes y un después tanto en la historia de la consola de Microsoft, como en la industria de los videojuegos. Pero aún faltaba por lanzarse uno de los títulos más importantes de ese año, no por sus ventas, si no por la importancia que tuvo para su estudio desarrollador: Remedy Entertainment.
Alan Wake llegó al mercado y resultó ser un título muy rompedor en muchos aspectos: técnicamente sorprendió mucho, sobre todo el uso de la luz y la niebla, en particular. Jugablemente, se seguía sintiendo una obra de Remedy, pero dejando de lado esos tiroteos de Max Payne al más estilo Matrix, dejando lugar a un planteamiento mucho más estratégico, con el uso de la linterna. Pero el equipo liderado por Sam Lake dio un verdadero golpe en la mesa con una trama de misterio/terror digna de una obra de Stephen King, llena de giros de guion, personajes carismáticos a rabiar y, sobre todo, el pueblo de Bright Falls y sus alrededores. Fue una fórmula perfecta para crear una obra de culto, la cuál podremos disfrutar todos, con mejoras técnicas, las cuáles explicaremos en este análisis de Alan Wake Remastered.
Aunque hayan pasado años, Alan Wake se mantiene en muy buena forma
Pero no hablamos de su forma física, ya que el pobre Alan sigue cansándose después de estar 15 segundos corriendo mientras es perseguido por la oscuridad, algo que debería mirarse, ya que a lo mejor le vendría bien ir al gimnasio, ya solo para correr y aguantar aunque sea un poco más. Dejando de lado este tonto (pero muy gracioso) detalle, hablemos de cómo la obra de Remedy sigue manteniendo el tipo 10 años después de su lanzamiento oficial. El título sigue brillando gracias a su divertida y espectacular jugabilidad, la cuál peca de repetitiva a veces, pero es tremendamente satisfactorio el acabar con poseídos al ritmo de Poets of the Fall, banda que los más veteranos en los títulos del estudio finés reconocerán de inmediato.
La historia que nos cuenta el juego, y sus dos DLCs que vienen incluidos, es una auténtica masterclass de cómo llevar lo que podría ser una novela escrita por Stephen King al medio del videojuego. Sam Lake y Mikko Rautalahti, los guionistas de la obra, juegan muy bien con la dicotomía que encontramos en todo momento entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, ideas que la humanidad lleva explorando desde hace siglos. En esta ocasión, esta pelea se nos presenta tanto en forma jugable (el uso de la linterna contra la oscuridad) como en la trama (con personajes como Alan Wake o la Oscuridad, que representan lo opuesto). Además, la trama va sorprendiendo cada capítulo que avanza, dando volantazos de guion que dejan al usuario con más dudas que respuestas, mostrando que sigue siendo la obra magna del estudio finlandés.
La remasterización no hace sino engrandecer el trabajo hecho por Remedy
Nunca pensamos que llegaría el día que, por fin, pudiésemos ver una vez más a nuestro escritor favorito. Con su misterioso regreso en la última expansión de Control, gran parte de los fans dejaron claro a Remedy que queríamos de vuelta a Alan Wake, y poder conocer su destino después del final del título original. En vez de recibir una secuela (la cuál se rumorea que ha entrado en producción hace pocos meses), hemos recibido una remasterización de la obra original, desarrollada por el estudio d3t y con supervisión de Remedy, la cuál ofrece la misma experiencia que hace 10 años, pero con las capacidades técnicas de hoy en día, algo que nada más empezar, se nota.
Esta remasterización ofrece una resolución 4K (en Xbox Series X) y un framerate a 60 frames que, siendo sinceros, le queda como anillo al dedo. Pero las mejoras no solo son un simple lavado de cara, si no que van más allá. Los desarrolladores han mejorado muchos de los aspectos donde se notaba mucho el paso de los años, comenzando con las caras de los personajes. Centrándonos en Alan Wake, ha recibido un cambio gigantesco en su modelo, pareciéndose mucho más al actor IIkka Villi, quien presta la imagen desde la obra original, hasta su última aparición en Control. A parte, las expresiones faciales son mucho más apegadas a la realidad, y las cinemáticas han pasado de ser vídeos a 720p, a ser cinemáticas in-engine que corren a la resolución y el framerate del juego, mejorando la experiencia del usuario.
Hablando de más mejoras técnicas, la iluminación ha sido totalmente rehecha, ofreciendo algo más cercano a la tecnología de hoy en día. También podemos ver que los escenarios están mucho más cuidados, tanto en calidad de modelos, como por supuesto en texturas. El gunplay sí que no ha sido retocado en absoluto, ya que sigue funcionando a las mil maravillas. Lo que sí que ha sido pulido ha sido el control de Alan, mucho más suave y más preciso. Así que sí, Alan Wake Remastered es una remasterización en mayúsculas, y podemos ver el amor y cariño que tiene Remedy por su obra más querida, queriendo ofrecer a los usuarios (tanto veteranos como nuevas incorporaciones) un título digno del juego original, respetando todo lo que éste hacía bien, pero mejorando las partes más flojas.
Alan Wake es, sin lugar a dudas, la obra más cuidada de Remedy, y el corazón del estudio
Volver a revivir la historia de Alan Wake y compañía, pero mejorada, solo consigue una cosa: caer otra vez enamorado de la historia que Remedy Entertainment confeccionó hace más de 10 años, durante la época dorada de Xbox 360. Max Payne fue el primer paso importante que el estudio finlandés hizo dentro de la industria, Quantum Break fue un traspié que, sin ser malo, no llegaba a los estándares que todos esperábamos, y Control fue retomar el camino que el estudio había cogido desde su primera obra. Pero, sin lugar a dudas, Alan Wake es el alma de Remedy. La historia del escritor perdido en la oscuridad robó el corazón a miles de usuarios, y fue ahí donde el estudio finlandés demostró que no solo sabían hacer thrillers policíacos y de venganza, si no que se atrevían a tocar todos los palos, brindándonos una historia que, seguro, se quedará grabada a fuego en la retina de todos los usuarios que la disfruten.
Alan Wake Remastered es uno de los títulos imprescindibles de 2021, tanto para nuevos jugadores como para los jugadores que ya visitaron Bright Falls en su día. Es una gozada volver a pasar por todas las penurias que pasan Alan Wake y Cía. durante su pesadilla en Bright Falls, volver a oír las canciones de Poets of the Fall en ciertos momentos clave de la historia, pero, sobre todo, ver esa lucha entre la luz y la oscuridad, representada tan bien gracias a unos cuantos manuscritos escritos por un escritor, llamado Alan Wake. Esperemos que, en un futuro, Remedy nos brinde con la secuela que todos llevamos esperando, y que por fin, podamos saber qué ha sido de nuestro querido Alan. Antes de acabar, hay que recordar a todo el mundo una cosa muy, muy importante: «No es un lago, es un océano».
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