Corría el año 2007, uno muy recordado por la cantidad de obras que fueron lanzadas y que marcaron época en la industria, con ejemplos como Halo 3, Bioshock o Assassin’s Creed, títulos que cualquier usuario reconoce al instante, aunque ni los haya jugado. Entre tanto lanzamiento bomba, hubo uno que se coló y tuvo un éxito más que merecido: Crysis. La primera entrega de la franquicia estrella de Crytek consiguió su rincón en la industria gracias a su demencial apartado gráfico (a día de hoy hay PCs que siguen sudando para moverlo con todo al máximo) y la jugabilidad que presentaba, siendo una especie de secuela espiritual de Far Cry.
Con el éxito que Crytek obtuvo con la primera entrega de Crysis, tardaron 4 años en lanzar su secuela, Crysis 2, donde seguimos controlando a un personaje portador del icónico nanotraje. Esta entrega cambiaba la base jugable presentada en la primera entrega, enfocada mucho más en la parte shooter lineal, dejando atrás esas grandes zonas abiertas. La secuela obtuvo aún más reconocimiento tanto en prensa especializada y entre el público, y 2 años más tarde, en 2013, pudimos ver como la trilogía finalizaba en ese apabullante Crysis 3. Ahora, 14 años después del lanzamiento de ese Crysis original, podemos volver a disfrutar de la historia de Nomad y Prophet con gráficos de nueva generación. A continuación, vamos a desgranar todos los aspectos de este título en este análisis de Crysis Trilogy Remastered.
El año pasado le tocó a Nomad, este año es el turno de Prophet
En 2020 tuvimos la oportunidad de poder disfrutar del Crysis original, remasterizado para la generación de One y PS4. Aunque el juego tenía problemas de rendimiento serios, el resultado final fue bastante notable y muchos fans pidieron el lanzamiento de las dos secuelas remasterizadas. Y parece ser que Crytek escuchó las demandas de los fans, ya que un año después, tenemos entre nosotros los dos títulos protagonizados por Prophet, con un lavado de cara gráfico que le sienta como anillo al dedo.
El trabajo que se ha tenido que hacer tanto en Crysis 2 y 3 no es tan notorio como el que se hizo en el Crysis original, ya que incluso en 360, las dos secuelas se veían muy bien. Ahora sí, los dos juegos sufrían mucho a nivel de rendimiento, ya que la generación de Xbox 360 y PS3 no daban para más, y Crytek tenía entre manos una auténtica bestia gráfica, entonces se vieron muy resentidos en temas de framerate (el cuál era bastante inestable). Además, el nivel de detalle en modelados, texturas, distancia de dibujado e incluso animaciones se veía reducido para que el juego pudiese disfrutarse sin que la experiencia se viese demasiado resentida. Pero ahora, las cosas han cambiado.
Las remasterizaciones elevan el trabajo que Crytek hizo una década atrás
Crysis 2 y 3 se ven mejorados sobre todo en el rendimiento en estas remasterizaciones, alcanzando (en Xbox Series X, que es donde los hemos analizado) una resolución de 4K dinámica, la cuál puede bajar hasta los 1080p, y con una tasa de frames de 60 FPS totalmente estables. A parte de esto, los títulos han recibido distintas mejoras varias, como una corrección en el filtro de color que llevaban las entregas originales, haciendo que el aspecto final sea mucho más acorde al conjunto del título. Podemos ver mejoras en los reflejos que, aunque no haya RT aplicado, ya que es exclusivo de la versión de PC, se ven mucho más retocadas para que casen mejor con el aspecto gráfico del título.
En Crysis 2 y, sobre todo, en Crysis 3, había muchas animaciones como las de las armas, movimiento de vegetación e, incluso, movimiento de agua que estaban capadas a 30 FPS. Pues bien, en estas dos nuevas versiones, eso ha sido totalmente eliminado, dejando unas frescas animaciones a 60 FPS que se agradecen mucho, ya que no tendría sentido que siguiesen capadas. Por último, decir que la iluminación sigue siendo, a día de hoy, algo realmente increíble, y si ya lo era hace una década atrás, ahora lo es aún más. Sinceramente, parece que en Crytek estaban adelantados a su tiempo en lo que a gráficos se refiere, todo gracias a su potentísimo motor CryEngine.
La trilogía de Crysis vuelve y en mejor forma que nunca
Se nota que el lanzamiento de Crysis Remastered el año pasado fue una especie de «globo sonda» para ver cómo reaccionaba la gente al lanzamiento de una entrega (aunque fuese una remasterización) de la saga Crysis, la cuál llevaba parada 7 años. Y el recibimiento fue muy bueno, ya que la gente le tiene un cariño muy especial al viaje que vivimos durante los 3 juegos tanto con Nomad como con Prophet. La trilogía es icónica en la industria de los videojuegos (¿quién no conoce el nanotraje que nuestros protagonistas llevan durante los 3 títulos?) y está lleno de momentos alucinantes y que, a día de hoy nos siguen dejando la boca abierta, por su espectacularidad, y por el nivel gráfico que aún siguen manteniendo.
Crysis Trilogy Remastered es la mejor puerta de entrada a una saga icónica, y donde se ve el verdadero talento que tiene Crytek. Vivir por primera vez, o de nuevo, la exploración de la isla de Crysis 1 en la piel de Nomad, mientras vamos descubriendo los secretos que hay escondidos allí, recorrer las calles destruidas de Nueva York mientras peleamos contra una amenaza alienígena con Prophet a los mandos en ese excelente Crysis 2, o empuñar un arco para ir acabando con nuestros enemigos desde la vegetación en Crysis 3, es algo que todo jugador que se precie a de experimentar al menos una vez. Y, ahora que todo ha quedado claro, toca enfundarse en nuestro nanotraje y librar a la Tierra de peligros venidos del espacio.
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