Los tiempos de respuesta se alargan en unos juzgados cada vez más sobrecargados en la Región

La carga de trabajo que soportan los juzgados murcianos no parece encontrar techo. La tasa de litigiosidad de estos órganos, una de las más elevadas del país, volvió a incrementarse en el tercer trimestre de este año hasta un 10,3%, según los datos recabados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Con este nuevo repunte, la comunidad soporta una ratio de 33,51 asuntos por cada mil habitantes, la quinta más elevada del país. Cada juez o magistrado ingresó de media en este periodo 329 asuntos, un 9,9% más que en el mismo periodo del año anterior.

Con estos mimbres, esta administración, tradicionalmente atenazada por la elevada litigiosidad y la falta de medios, soporta cada vez unos tiempos de respuesta más largos. El retraso que estos órganos arrastran y que los sitúa entre los más lentos del país sigue repuntando y lo hace también en la segunda instancia. El tiempo medio que los órganos judiciales de la Región emplean para resolver un recurso aumentó hasta un 23,7%% en el segundo trimestre de este año y ya alcanza los 7,7 meses.

Este plazo, que excede en 1,4 meses el que deben aguardar los ciudadanos de media en el país, supone un tiempo récord que no se había alcanzado en la Comunidad en la última década. Duplica, además, los tres meses que tardaban los recursos en encontrar respuesta hace diez años (2012).

Los segundos, más lentos

Más allá de esa segunda instancia, los juzgados murcianos volvieron a colocarse, en el segundo trimestre de este año, entre los que más tardan en resolver un caso. Los murcianos repiten, después de los castellanomanchegos, como los españoles que más deben armarse de paciencia para encontrar una primera respuesta a su demanda judicial. La espera media, aunque mejoró ligeramente -descendió un 1,2% respecto al año anterior- , sigue atascada en los 7,3 meses, conforme a los datos que maneja el CGPJ. La tardanza, sin embargo, es algo superior a la registrada en el segundo trimestre de este 2022.

Este tiempo de respuesta no solo excede en mucho la media nacional (que se fija en 5,9 meses) sino que llega a doblar los tiempos que se manejan en otros puntos del país como Asturias o Navarra, donde la primera respuesta a un asunto se obtiene en 4,1 y 3,4 meses de media, respectivamente.

Entre julio y septiembre, además, los juzgados de lo Civil de la Región acrecentaron su retraso y volvieron a repetir como los más lentos del país. Estos órganos siguen tardando de media 11,1 meses para ofrecer una primera respuesta. Esta jurisdicción dirime desahucios, reclamaciones de deudas, daños ocasionados por accidentes de tráfico, pero también tramita divorcios, establecimiento de pensiones de alimentos para los hijos…

Los juzgados de lo Penal lograron rebajar su retraso hasta un 5,2% y la espera media ronda los 3,9 meses. En lo Social aumentaron los tiempos (2,1%) y una primera sentencia se hace esperar ya más de un año. En lo Contencioso también hay que armarse ahora de más paciencia que en 2021. Los tiempos de respuesta rondan ya los 11 meses, un 16,6% más que un año atrás.