Moratalla está envuelta estos días con el sonido de los tambores y colorido de las túnicas de arriesgados diseños que serpentean por las empinadas y angostas calles de la localidad. Los redobles volvieron a inundar un cielo casi despejado, aunque con algunas nubes amenazantes que dejaron caer algunas gotas de lluvia a media mañana, pero que no hicieron desaparecer la pasión con la que los habitantes de estas tierras viven, de forma especial, la Semana Santa. Los más entusiastas, los más madrugadores, ya hacían sonar la piel de sus tambores desde las siete de la mañana de la primera de las tres jornadas en las que se celebra la Fiesta del Tambor: Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.
La zona más próxima a La Farola, en el centro de la población, es el lugar elegido para la primera ‘estación’, donde hay una pequeña parada para degustar los dulces preparados, junto a unas ‘copicas’ de licor café, por la Asociación de Tamboristas para dar el primer saludo a quienes madrugan para dar los primeros redobles.
En la tarde del Miércoles Santo se colocaron las nuevas banderas a lo largo de la calle Mayor que finalizó con el toque de tambor por ‘los oficiales’, seis tamboristas que representan a toda la asociación y que recientemente viajaron a la localidad turolense de Andorra para participar en las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y del Bombo y para recoger el testigo de las del próximo año que se celebrarán en Moratalla.
Mari Carmen Pérez, que repite como presidenta de la asociación, explicó a LA VERDAD que están «muy satisfechos de las novedades en las que se ha trabajado este año, como las banderas y el capirote gigante que se ha confeccionado este año y en el que ha colaborado gran parte de nuestra gente, han sido muchas horas de trabajo de manos de moratalleros que han dado como resultado un proyecto lleno de color, que representa la imagen de nuestra fiesta».
El pistoletazo de salida de la fiesta tuvo lugar durante el acto del Pregón que se celebró el sábado pasado en el teatro Tietra y que fue proclamado por José Rodríguez Gómez, presidente del Casino Cultural. También se entregaron las distinciones de Nazareno de Oro, a Jesús ‘El Chato’; el Tambor de Oro, a Chanes, del Anselmo; y Mujer Tamborista, a Loli ‘del Fabi’.
Y, tras el prólogo, llegó el primero de los días grandes en los que los moratalleros viven esta fiesta de una forma muy especial, porque el toque de tambor en Moratalla es una fiesta en la que se funden la pasión, la fuerza, la ilusión, la convivencia y una pizca de sana rivalidad para expresar, con energía en el redoble, los sentimientos que se llevan por dentro y que aparecen envueltos en túnicas coloristas.
Durante tres días, vecinos y visitantes, que los hay de muchas otras ciudades, se echan a la calle para hacer sonar los tambores y a disfrutar de ensordecedor estruendo que resuena en las tierras altas de la región de Murcia. El casco antiguo se llena de gente, se adorna con el colorido de las túnicas y se expande al firmamento con los redobles de los tamboristas. También hay tiempo para la convivencia y para el disfrute de la buena gastronomía con amigos y familiares, tanto en los bares como en los locales de las peñas que adornan el bonito casco viejo de la villa.
Juan Soria vive su primera Semana Santa como alcalde de Moratalla. «Es un tiempo nuevo para mí, pero lo importante es que nuestro pueblo se abre a todos los que aman el redoble de los tambores y que quieren vivir unos días diferentes, disfrutando de una sana convivencia y de la amabilidad de los moratalleros», explicó. El regidor se muestra entusiasmado con la preparación de las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y del Bombo que en los últimos días de marzo de 2025 se celebrarán en Moratalla: «Fuimos a Andorra, en Teruel, para recoger el testigo y ya estamos trabajando en la organización; se ha instalado un estand informativo en la zona de La Farola para ofrecer todos los detalles del programa que se está preparando para estas jornadas». Soria subraya que esperan «también con muchas expectativas la salida de Jesucristo Aparecido en la mañana del Domingo de Pascua para que los tambores vuelvan a redoblar en honor de nuestro patrón».
Desde el alba
En el alba del Jueves Santo, con la mirada puesta en las previsiones meteorológicas, los redobles han vuelto a envolver el pueblo con su sonido atronador. Esta manifestación acústica y colorista continuará este Viernes Santo y, tras una jornada de descanso, volverá en la mañana del Domingo de Resurreción.
El tronar de los tambores se escuchaba desde cualquier rincón; en cualquier esquina, solos o en grupo, los tamboristas volvieron a recorrer la ciudad en un ir y venir en el que se intercambian redobles como saludo. Esta manifestación cultural y festiva es diferente a otras en las que también se utiliza el tambor, ya que los tamboristas no forman parte de los cortejos procesionales, tocan antes o después de las procesiones, y lo hacen de una forma especial y muy singular.
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