El 43,5% de la energía generada en marzo en la Región de Murcia fue de origen renovable

La Región de Murcia tiene la capacidad de detectar sus fortalezas y aprovechar sus recursos para mantener un crecimiento sostenido y sostenible. Por eso no es de extrañar que con las 3.348 horas de sol que recibe al año, sumado al potencial de su ecosistema industrial, oriente sus esfuerzos a liderar el sector de la energía solar fotovoltaica. Los datos del pasado mes de marzo así lo demuestran: el 43,5% de la energía generada fue de origen renovable, según datos de Red Eléctrica, lo que supone 8 puntos más que el mismo periodo de 2023, la mayor parte procedente de fuentes fotovoltaicas. En la actualidad, la Región cuenta con una potencia instalada de 1.620 megavatios, con 4.700 más en proceso de tramitación procedentes de la administración regional y estatal, lo que podría significar que la fotovoltaica sea, en un plazo de cuatro años, la principal energía de la zona.

Así lo expuso ayer Juan María Vázquez, consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, durante la inauguración del II Foro de Energía Solar Fotovoltaica, que reunió ayer en Molina de Segura a representantes del sector para analizar los retos y oportunidades que se presentan en torno a esta energía. El evento, moderado por Miguel Ángel Ruiz, jefe de Área de Local de LA VERDAD, estaba organizado por LA VERDAD con el patrocinio de Soltec, TotalEnergies y Statkraft y contaba con la colaboración del Ayuntamiento de Molina de Segura y X-Elio. Uno de los objetivos era poner en valor el potencial del autoconsumo, capaz de liderar a nivel nacional, ya que cuenta con 26.000 instalaciones que suman una potencia de 416 megavatios, además de aglutinar 8 de las 50 plantas fotovoltaicas pequeñas y medianas a nivel nacional con capital procedente de la participación social.

«El autoconsumo es muy positivo porque significa dar participación a pequeñas economías y promotores para reducir el coste energético en viviendas y el C02, pero también puede llegar a la industria», matizó Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier). En este cambio de paradigma, «el papel del consumidor no es solo de un mero observador del sistema, sino de un actor principal, pasando de plantas que se sitúan fuera de las ciudades para desplazarse a las zonas en las que las personas interactúan», indicó Francisco Espín, presidente de la Asociación Empresarial de Energías Renovables y Ahorro energético de Murcia (Aremur). Su visión requiere dotar de más acción al ciudadano, para que esté «en el centro de este proceso de descarbonización y electrificación». Para llegar a este objetivo, «hay que hacer plantas solares de todo tipo, en suelos, en tejados, más grandes y más pequeñas», tal y como matizó Eduardo de San Nicolás, presidente de la Asociación Sectorial del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia (Ahmur), así como en las afueras para generar de forma masiva o comunidades energéticas renovables.

Miguel Ángel Mena, director de la Cooperativa Lasolar, resaltó el desaprovechamiento de estas comunidades energéticas, a pesar de ser «el camino hacia el futuro», y animó a crear una guía técnico-jurídica que dé amparo y orientación a los ayuntamientos, para que conozcan sus beneficios y se sumen a este modelo.

El aumento a 30 gigavatios de autoconsumo que multiplique la actual potencia fue uno de los reclamos del presidente de Anpier, al tratarse de la «energía más social y distribuida y que facilita la inversión de cualquier ciudadano». Puso en énfasis la rentabilidad del autoconsumo y la necesidad de una línea de ayudas que sirva de apoyo económico y que permitiría la electrificación en hogares y empresas. «Si no se incrementa la demanda energética y expulsamos la generación fósil, vamos abocados a un ‘crack’ de mercado y a una falta de rentabilidad de todos los componentes de los proyectos renovables», indicó.

Educar y formar al usuario en la gestión de esta energía hará que pueda utilizarla a su favor, según añadió Pedro Antonio Roca, delegado de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que orientó a meter nuevas normas de almacenamiento y gestión de demanda en el «amplio camino del autoconsumo».

Regular el almacenamiento

Una de las principales necesidades del sector es conseguir el almacenamiento de esta energía. Sin embargo, la regulación actual «no propicia las condiciones para que esto suceda». En este aspecto, Mena animó a avanzar en la línea de las baterías que permitan «pisar el acelerador hacia la descarbonización».

«Estamos haciendo proyectos grandes en otros países para el almacenamiento porque aquí no hay desarrollo técnico ni legislativo para hacerlo», indicó Fernando Lacaci, COO de X-Elio, que remarcó la necesidad de una solución a corto plazo «que permita que los proyectos renovables tengan sentido hasta que se electrifique la economía». «El sector está maduro para implementar baterías, pero la regulación es un obstáculo real, porque no acompaña, y la tecnología va por delante», añadió Álvaro Ramos Solá, director de Desarrollo de Negocio de TotalEnergies Renewables Ibérica.

Unificar criterios

Más allá de los beneficios medioambientales y de consumo, los expertos coincidieron en la oportunidad de creación de empleo y formación de talento profesional. Como contrapunto está «conseguir aliviar y aligerar la tramitación administrativa, que es tediosa y complicada», señaló Ramos, en referencia a los plazos necesarios para poner en funcionamiento la generación de energía renovable. También propusieron ayudas del Gobierno para acelerar la electrificación y acompasar la generación al consumo, ya que si no, «los inversores ralentizarán o frenarán la inversión».

«Estos proyectos requieren de grandes inversiones de capital y del esfuerzo de las empresas y para ello debe haber una estabilidad política y de regulación, evitando que cambie de manera constante, y poder planificar a largo plazo para que los proyectos sean sostenibles y sostenidos», recalcó Erica Morales, responsable de Sostenibilidad de Statkraft. En este sentido, pidió unificar el criterio de tramitación a nivel local, regional y nacional. «Estamos acostumbrados a tratar con la incertidumbre, pero le tenemos pánico a los procesos complejos que cambian cada dos por tres», criticó el representante de X-Elio, que incidió en la falta de infraestructuras y a la necesidad de aprovechamiento de los nodos que ya hay disponibles en la actualidad.

Federico Miralles, director general de Energía de la Comunidad, mostró la necesidad de infraestructuras de red de transporte y distribución que permita a la Región «superar obstáculos y desarrollar plantas e industria que consuma esta energía renovable».

Resaltó, además, la importancia de que empresas y administraciones expliquen estos proyectos de energía renovable a la ciudadanía para que ayuden a comprender las oportunidades que ofrece, combatiendo la desinformación y evitando la ‘oposición social’. «No somos una amenaza por la agricultura, sino un complemento para que los propietarios de los terrenos puedan elegir cómo rentabilizar un recurso como el solar», tranquilizó Raúl Morales, CEO de Soltec. Apuntó a la Región de Murcia como «protagonista de esa revolución», con disposición de suelo industrial capaz de «recibir empresas electrointensivas que busquen energía barata», recalcando el papel de las universidades su formación técnica para soportar esta industria y formar mano de obra. «Tenemos la gran oportunidad de convertirnos en el valle solar de Europa», concluyó.

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