Un oasis culinario y de confort en el centro de Murcia

Un oasis culinario y de confort en el centro de Murcia

Benito Maestre

Jueves, 25 de abril 2024, 01:31

Es la apuesta más reciente del circuito gastronómico en la ciudad de Murcia. Viene pisando fuerte, gracias a una propuesta de valor palpable tanto en su contenido como en su continente, y con la intención de convertirse en un restaurante de referencia en la Región. Apenas lleva una semana en funcionamiento y la confianza por parte del público ya se refleja a diario e incluso en las reservas, para celebrar en los próximos días cumpleaños, una boda íntima y hasta una pedida de mano.

E7ERNO ha nacido para hacer honor a su nombre. Desde fuera no se aprecia verdaderamente su esencia, hay que pasar. Su interior eclipsa, fascina, transmite emociones. Reformado desde una perspectiva rabiosamente moderna, adentrarse en este acogedor ambiente es desconectar, entrar en un espacio sosegado, en calma, de disfrute. Esta sensación se consigue, en buena parte, con la decoración, que se decanta por la combinación de colores neutros y cálidos e incluso ha rescatado una pared de ladrillo visto y un cuadro de luces, originales del siglo XVIII. Porque este edificio tiene historia y el nuevo restaurante tiene intención de formar parte de ella.

El local está ubicado en la plaza Santa Catalina, justo en frente del emblemático El Pulpito. Cabe indicar que ambos establecimientos pertenecen al mismo grupo familiar, aunque la gerencia de cada uno recae en manos distintas. El nuevo negocio lo lidera Lucía Belmonte Jiménez, una joven promesa que, como aquel que dice, nació detrás de la barra y conoce el sector como el padrenuestro. Ahora, inicia una nueva etapa en lo profesional con gran ilusión, ideas renovadas y muchas ganas de trabajar.

A nivel gastronómico, E7ERNO ha diseñado una carta sublime, innovadora, con matices. Incluye elaboraciones nunca antes vistas que sorprenden, que convencen y que dejan recuerdos. Es el caso de la versión de la marinera, cuya adaptación consta de una tosta de pipas, con una emulsión de berenjena asada y coronada con un tartar de atún rojo. Este es uno de los entrantes más innovadores, como también lo son la croqueta de wagyü con velo de papada, mahonesa de hoisin y tierra chuletón y la alcachofa con crema de patata trufada, papada ibérica, sal de chorizo y madera de whisky. Para los paladares más costumbristas, hay platos míticos y que siempre son un acierto, como el calamar a la plancha, las almejas salteadas con ajos tiernos y manzanilla, la tabla de quesos y el jamón ibérico al corte.

El resto de la carta se compone de ensaladas (tres), pescados (cuatro) y carnes (cuatro). Eso sí, a cuál más irresistible, ya que cada una de estas especialidades lleva un proceso de elaboración sutil, un ensamblaje de ingredientes que suena -y sabe- a rock and roll y una presentación majestuosa. Para muestra, la ensalada de salmón escabechado, queso brie, frutos rojos y vinagreta de mango; la parpatana braseada de atún rojo con fritura de tomate, tomillo y albahaca, y el solomillo de ternera con foie a la reducción de Monastrell.

Rodaballo con perfume de frambuesa, maridado con una gama de cervezas de Estrella de Levante.

Rodaballo con perfume de frambuesa, maridado con una gama de cervezas de Estrella de Levante.

Solo dos arroces, de verduras y de conejo con serranas, aparecen en E7ERNO, a petición del patriarca Juan Belmonte, un apasionado confeso de la paella y, al mismo tiempo, un conocedor de las preferencias culinarias de los comensales nacionales e internacionales. Porque la plaza Santa Catalina, contigua a la de Las Flores, es uno de los espacios más transitados por los turistas que visitan Murcia. El arroz se puede pedir al momento, sin necesidad de encargarlo con antelación.

Lo más dulce

En el apartado de postres, aunque únicamente cuentan con cuatro recetas, la decisión se torna un tanto complicada por lo llamativas que son, pese a que el objetivo de E7ERNO era no dificultar el último bocado, el más dulce. «Todos están muy pensados», subraya Lucía Belmonte. Las propuestas son la torrija de pan brioche horneado con crema de baileys y helado de panna cotta, la tarta tatín de manzana con crema pastelera de canela y helado de vainilla, la tarta de queso al horno cubierta con una crema de pistacho y frutos rojos, y la milhoja de chocolate. También hay fruta del tiempo, un gesto muy tenido en cuenta especialmente para las personas diabéticas.

El nuevo restaurante practica una cocina de proximidad con gran protagonismo para el producto. Precisamente, se nutre de la misma red de proveedores que El Pulpito, por la capacidad de respuesta, confianza y calidad demostradas a diario y durante años. Lo mismo ocurre con Estrella de Levante, que es la marca de cerveza decana y oficial de la casa, tal y como lo avalan los 33 años de estrecha relación. En cuanto a la bodega, su limitada y selecta carta incluye vinos de la Región de Murcia, con especial atención a las denominaciones de origen Jumilla, Yecla y Bullas, y de otras zonas productoras de España.

E7ERNO cuenta con un alargado salón interior en el que se despliega un juego de mesas cuadradas y redondas con capacidad para 80 comensales, y que podría aumentar su aforo hasta el centenar de personas si se redistribuyera el mobiliario, por ejemplo, para celebrar un evento.

Abre los martes a mediodía y de miércoles hasta domingo a mediodía, siendo el horario de apertura a las 12.30 horas, para el servicio de comidas, y a partir de las 20.30 horas, para las cenas. Se recomienda reservar con antelación, a través del teléfono 621 400 338, a quienes deseen darse un homenaje culinario y transformar momentos en recuerdos.

La motivación de dos hosteleros visionarios

La familia Belmonte Jiménez ha adquirido en propiedad este estratégico local en pleno centro de la capital: «Es como comprarte un Mercedes; no puedes dejar que otro lo estrene por ti», bromea Juan Belmonte, una figura clave dentro de la hostelería regional por llevar más de 30 años al frente de El Pulpito, en Murcia. Como curiosidad, el nombre de E7ERNO tiene mucho significado para María José Jiménez, la otra mitad de El Pulpito y ‘alma mater’ del restaurante que la familia tiene en La Manga, en el puerto de Tomás Maestre. Porque aúna el término eterno, «que me encanta», y el número siete, «que es mi preferido», dando como resultado una palabra con sentido.

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