El ChatGPT del campo ya está aquí

El ChatGPT del campo ya está aquí

Martes, 7 de mayo 2024, 00:46

No solo se trata de devanarse los sesos para exprimir cada gota de riego al máximo. Ahora también interesa estrujar todo el potencial de la tecnología informática. El sector agrario ya busca vías para aprovechar el enorme caudal de posibilidades, con sus correspondientes incertidumbres, que ya se extiende tras la apertura del tablacho de la inteligencia artificial (IA). La irrupción hace apenas año y medio del ChatGPT, la aplicación más famosa de este avance, lleva camino de cambiarlo todo. También el campo. De momento, «a nivel experimental podemos afirmar que es una realidad», explica el investigador del Cebas CSIC Pedro Antonio Nortes Tortosa, científico titular del departamento de Riego.

El experto alude al uso que la entidad pública en la que trabaja ya da a la IA en el manejo del fertirriego. Elegir el mejor momento, la frecuencia más adecuada y la cantidad óptima de aportes que precisa cada planta es pura carne de algoritmo, «todo ello con el fin de aprovechar al máximo el agua aplicada a los cultivos». No hay fin más preciado que éste en la agricultura de la Región de Murcia. Para lograrlo, desde el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (siglas del Cebas), «lo que hacemos es integrar toda la información que disponemos respecto a un proceso agronómico concreto, como es el uso del agua o de los fertilizantes, en sistemas de ayuda a la toma de decisión (DSS) desarrollados por medio de la integración de algoritmos que permiten optimizar esos mismos procesos».

Éste es solo es un ejemplo. «En la actualidad tenemos en marcha proyectos de investigación de cara a predecir incluso la rentabilidad de las explotaciones», revela el investigador. Las bases de datos acumuladas durante «muchas campañas para distintos cultivos» abren la vía a la aplicación de «modelos de gemelo digital», que son algo así como réplicas virtuales de la realidad que se elaboran para observar con antelación lo que va a ocurrir.

Rubén Martínez, cofundador de Biyectiva, asegura que «muchísimas tareas que siguen desempeñando las personas nos parecerán un atraso en unos años»

Los desarrollos que el equipo de Pedro Nortes aplica en sus investigaciones cuentan con la colaboración de grupos de expertos en áreas como el de investigación de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones de la Facultad de Informática de la Universidad de Murcia. El profesor de Javier Marín-Blázquez, especializado en IA de este centro, confirma que ya están inmersos en varios proyectos de investigación relacionados con la agricultura. Y cita las aplicaciones del denominado ‘Machine learning’ (aprendizaje automático), un área de la IA que se puede aplicar «a la optimización del rendimiento de plantaciones que tengan un significativo nivel de automatización». En un invernadero particular, por ejemplo, y atendiendo a sus «sus propias características específicas», permite controlar la humedad, la temperatura, los nutrientes, el agua, airear la instalación… y hacerlo con un sistema que mejora por sí solo con el paso del tiempo, a medida que va adquiriendo más información.

Son avances que aún se topan con un muro virtual, advierte Nortes, del Cebas: lograr que el agricultor acepte «dejar en manos de herramientas digitales decisiones trascendentales, como la aplicación del agua y los fertilizantes». Romper esa barrera imaginaria no es una tarea fácil en «uno de los sectores donde mayor brecha digital y generacional se presenta».

El científico Pedro Nortes cree que «en breve habrá sistemas agrarios que se manejen casi íntegramente con herramientas basadas en IA»

La Fundación Universidad Empresa de la Región de Murcia trata de abrir una brecha a través del máster en Dirección de Agronegocios que imparte la Escuela de Negocios y Administración de Empresas (ENAE). «La integración de las nuevas tecnologías emergentes en el sector agrario es un componente fundamental de nuestro programa», explicita Jesús Gambín López, codirector de este posgrado. En sus cursos especializados, explica, se «abordan desde los fundamentos de la IA hasta aplicaciones específicas en el agronegocio». Ahí se incluyen «análisis de datos, robótica para la automatización de tareas agrícolas, y sistemas de soporte para la toma de decisiones», detalla.

A juicio del profesor, para lograr que el agricultor acepte este enésimo desafío, que con probabilidad va a ser el más trascendente de todos, «es crucial» una estrecha colaboración entre las entidades de formación y las empresas del sector. Para Gambín, «la IA no es solo una herramienta de futuro, sino una realidad presente que está redefiniendo el paisaje del agronegocio». Lo confirma el director general de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport), Fernando Gómez, al firmar que en su organización ya cuentan con «varias empresas que están aplicando desde hace varios años la IA en la agricultura».

Un investigador del Departamento de ProducciónVegetal de la UPCTtoma datos en un cultivo de cerezos.

Un investigador del Departamento de ProducciónVegetal de la UPCTtoma datos en un cultivo de cerezos.


UPCT

En concreto, lo hacen «en ámbitos tan variados como la monitorización de cultivos, control de riego, calibración, control de plagas, mejoras de la eficiencia energética, aprovechamiento del agua…». La propia asociación participa en el proyecto de prácticas agrarias para contribuir a la mejora ambiental del entorno del Mar Menor, apoyado por el Ministerio para la Transición Ecológica, en el que se emplea la inteligencia artificial en cultivos de lechuga y brócoli para «mejorar la eficiencia en el uso de los tratamientos fitosanitarios, y mejorar la biodiversidad» en un área de 4.000 hectáreas del Campo de Cartagena.

Para el profesor de ENAE Jesús Gambín, «la IA ya es una realidad presente que está redefiniendo el paisaje del agronegocio»

El profesor Gambín coincide con el científico del Cebas, Nortes Tortosa, al señalar «la optimización del uso de recursos como el agua y los fertilizantes» entre las transformaciones a las que mayor impulso va a dar la nueva tecnología en los próximos años (entre un lustro y una década). Y añade avances como «la mejora en la selección genética de cultivos y animales para incrementar la resistencia y productividad, y sistemas avanzados de monitoreo y predicción para manejar las variaciones climáticas y prevenir enfermedades de cultivos».

Rubén Martínez, director de tecnología de la compañía de innovación e inteligencia artificial especializada en el sector agro Biyectiva Technology, revela una función clave a la que ya se destina la inteligencia artificial en la actividad agraria regional: «Fundamentalmente atacamos los procesos de revisión de calidad que típicamente son muy intensivos en personal humano». El también cofundador de esta empresa, muy vinculada con la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), pone como ejemplo la tría de cítricos: «Puede haber en una línea en planta diez personas viendo pasar naranjas y sacando las que estén en mal estado». Si bien ya existen soluciones, como calibradores inteligentes, que pueden detectar los fallos más obvios, aclara, « aún hay defectos de maduración incorrecta, picadura de ciertos insectos, etc., que las máquinas tradicionales sin IA no pueden detectar y expulsar». Lo que ofrece su empresa, resume, «es tecnificar uno de los sectores más necesitados de inteligencia artificial para mejorar la eficiencia de sus procesos y reducir costes».

¿Cómo puede aprovechar el sector agro regional la Inteligencia Artificial?

«Ya se ha dado el primer paso sensorizando explotaciones»


Pedro Antonio Nortes Tortosa. Científico titular del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, Cebas-CSIC

«Ya se ha dado el primer paso sensorizando explotaciones»

«Ya se está empezando a aprovechar de forma indirecta», explica el investigador. Y pone como ejemplo el Campo de Cartagena, «donde por ley se está monitorizando el movimiento del agua en el suelo», y «se ha dado el primer paso sensorizando las explotaciones»

«Implementando tecnologías, desde sensores hasta modelos predictivos»


Jesús Gambín López. Codirector del Máster Universitario Dirección de Agronegocios de ENAE

«Implementando tecnologías, desde sensores hasta modelos predictivos»

«El agro regional puede aprovechar la IA implementando tecnologías que permitan recolectar y analizar grandes volúmenes de datos para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de las prácticas agrícolas», explica el responsable del Máster de Agronegocios de ENAE

«Vamos a adaptarnos incorporando el talento y la tecnología necesarios»


Fernando Gómez. Director general de la asociación de productores-exportadores Proexport

«Vamos a adaptarnos incorporando el talento y la tecnología necesarios»

«Vamos a saber adaptarnos a este nuevo reto, incorporando el talento y la tecnología necesarios para seguir avanzando y hacerlo de forma óptima, generando empleo de calidad y produciendo los alimentos que cada día millones de familias en el mundo llevan a su mesa»

«La IA también permite predecir situaciones problemáticas, como el mal tiempo»


Javier Marín-Blázquez. Profesor experto en IA de la Facultad de Informática de la UMU

«La IA también permite predecir situaciones problemáticas, como el mal tiempo»

Además de su uso en el control de variables como la humedad, la temperatura o la fertirrigación de los cultivos, es aplicable a la predicción de situaciones problemáticas, como el tiempo, o también para el empleo de drones, por ejemplo, para seguridad y contra plagas y enfermedades

«La mejor manera de mejorar la competitividad es tecnificar»


Rubén Martínez. Director de tecnología de la empresa de IA en el agro Biyectiva

«La mejor manera de mejorar la competitividad es tecnificar»

«Tenemos un marco regulativo muy exigente donde no es posible bajar salarios ni, por supuesto, la calidad del producto». En este marco, «la mejor manera de mejorar la competitividad de nuestros productos es tecnificar para ahorrar costes», apunta Martínez.

De momento son muy pocas las firmas que se han lanzado en la Región a ofrecer este tipo de servicios para la actividad agraria. « Nos consta que otras empresas, como Bleecker, están haciendo esfuerzos por implantar soluciones de IA en el sector», comenta: «Pero están más centrados en la capa de logística del sector agro».

Las posibilidades que abre la nueva tecnología auguran una proliferación de compañías especializadas en el corto plazo. «A día de hoy hay muchísimas tareas que siguen desempeñando las personas que en unos años nos parecerán un verdadero atraso». Martínez ve muchos paralelismos en «la revolución que estamos viviendo con la IA» respecto a «las antiguas revoluciones industriales». Todas ellas persiguen un fin «muy similar», apunta: «Liberar al hombre de tareas pesadas, repetitivas o que empeoran su calidad de vida». A la velocidad que están adquiriendo los avances, no habrá que esperar mucho para comprobar cómo va a cambiar nuestro mundo la inteligencia artificial, incluido el campo.

  1. Seis transformaciones previstas

El director general de Proexport, Fernando Gómez, apunta seis posibles ámbitos en los que la inteligencia artificial va a modificar las formas de cultivar en la Región. Es un enfoque aproximado, ya que, advierte, esos «cambios pueden venir por una amplia gama de aplicaciones». El primer ejemplo al que alude es la optimización de cultivos. Aquí incluye el uso de algoritmos para analizar las condiciones climáticas, los suelos y las características específicas de los cultivos con vistas a «optimizar el rendimiento y la calidad de las cosechas».

Otro ámbito susceptible de ser profundamente transformado por la IA es el de la gestión de plagas y enfermedades, que podrán identificarse, e incluso prevenirse, «mediante el análisis de imágenes y datos recopilados en tiempo real».

La predicción de cosechas, como las que apunta el científico del Cebas Pedro Antonio Nortes, «a partir del análisis de datos históricos y en tiempo real», es uno de los avances posibles, «lo que nos facilitaría una mejor planificación y gestión de la cadena de suministro a clientes.

El cuarto progreso de los que señala Gómez se centra en la automatización de tareas agrícolas. «Es probable que los robots, maquinaria o drones controlados por IA podrán realizar tareas, tanto en centros de manipulado como en el campo, de manera más autónoma, lo que aumentará la eficiencia y reducirá los costos laborales».

La optimización de recursos es un punto recurrente entre los especialistas. Aquí, explica el director general de Proexpport, «confiamos en que la IA nos pueda ayudar a agricultores y empresas a utilizar de manera más eficiente recursos como el agua, los fertilizantes y los pesticidas, reduciendo aplicaciones, costes y minimizando el impacto ambiental».

El último punto de los señalados por Fernando Gómez alude a la hortofruticultura específicamente, donde se prevé «mejorar la calidad y la uniformidad de los productos», además de optimizar los tiempos de cosecha y postcosecha y la investigación de nuevas variedades más resistentes y nutritivas.

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