Los consejos del Banco de España para detectar los fraudes por internet

Los consejos del Banco de España para detectar los fraudes por internet

La ciberdelincuencia se incrementó un 25,5% en España en 2023. Así, de las 2.459.659 infracciones penales registradas durante el pasado año, cerca de medio millón fueron ciberdelitos. Los más comunes (un 90%) resultaron estafas informáticas, lo que supone un 27% de incremento respecto al balance de 2022. La situación preocupa especialmente si comparamos con las estadísticas de los últimos 8 años, periodo durante el cual esta clase de delitos han experimentado un aumento del 508%.

En la práctica, todos somos conscientes de que debemos ignorar aquellos correos electrónicos o mensajes de texto recibidos sin preaviso, aunque parezcan provenir de una empresa de mensajería o nuestro banco, pero lo cierto es que muchos ciudadanos siguen cayendo en la trampa (lo que a menudo implica verse despojados de sus ahorros). A este respecto, el Banco de España ha publicado una serie de consejos para protegernos frente a los llamados fraudes digitales.

Controla los límites de tu tarjeta

La mayoría de la población opera ya con tarjetas de débito y crédito, pero pocos reparan en las opciones que atesoran (a través de la banca electrónica de nuestra entidad). En este sentido, el Banco de España aconseja que los límites de disposición y crédito de las tarjetas sean lo más contenidos posible: «Recuerda que, con frecuencia, los límites son diarios y que podrás modificarlos, de manera muy fácil, en cualquier momento. Revísalos y mantenlos bajo control». Como es lógico, a menos cantidad disponible, menor el agujero que los amantes de lo ajeno podrán hacer a nuestra economía. De hecho, un límite de 300 euros (en lugar de 3.000 diarios) podría disuadirlos de sus fechorías.

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El Banco de España también recuerda la importancia de las tarjetas prepago (a menudo referidas como monederos o tarjetas virtuales) para combatir a los ciberdelincuentes. Este tipo de productos suelen expedirse al momento y sin comisiones, desde nuestro perfil de banca digital: se recargan con la cantidad exacta que necesitamos para realizar cualquier compra, por lo que el resto de nuestros ahorros permanecen fuera del alcance de los malhechores. Si intentasen usar dicho número de tarjeta, como mucho, podrían sustraer la cantidad que hubiésemos cargado con anterioridad (usualmente unas pocas decenas de euros).

Ojo con las cuentas muy abultadas

Como hemos visto, las consecuencias de cualquier estafa informática se miden acorde al montante de nuestra cuenta corriente. De ahí que se aconseje mantener su saldo al mínimo imprescindible para nuestros gastos mensuales: «Si mantienes un saldo ajustado a tus necesidades y llevas los ahorros a otros productos ayudarás a protegerlos», explica el Banco de España. Por ejemplo, podemos optar por una cuenta de ahorro que no esté vinculada a tarjetas, perfiles de banca electrónica u otras cuentas, lo que en la práctica la blindará frente a los ciberdelincuentes.

Igualmente nos informaremos sobre los descubiertos revisando el contrato de la cuenta bancaria en cuestión. Lo ideal es no permitirlos o reducir sus límites al mínimo, para lo que debemos hablar con nuestra entidad. Los descubiertos aparejan elevadas comisiones e intereses que pueden multiplicar exponencialmente los efectos de cualquier intrusión.

Evita los riesgos al operar digitalmente

A través de su portal de información al ciudadano, el Banco de España enumera otras recomendaciones de seguridad refrendadas por expertos en ciberseguridad. Algunas resultan básicas a estas alturas, pero no por ello deben obviarse:

■ La contraseña de nuestro banco ‘online’debe ser exclusiva; no utilizarse para ningún otro servicio de Internet y resultar lo suficientemente segura. Usualmente los bancos obligan a componerla con letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.

■ De un tiempo a esta parte las entidades también han habilitado medidas de acceso adicionales, como la autenticación biométrica mediante nuestro móvil (reconocimiento facial o dactilar) y un PIN a modo de firma, para confirmar las operaciones. Es importante habilitar la primera opción y no compartir la mentada clave numérica a través de ningún medio (correo electrónico, SMS…).

■ Siempre que podamos, debemos acceder a la banca digital a través de su aplicación oficial. Hacerlo vía web, mediante un buscador, incrementa el riesgo (sobre todo si abrimos la página en dispositivos ajenos).

Finalmente, la regla de oro eternamente repetida: los bancos nunca nos pedirán información (datos confidenciales) por ninguna vía; no importa lo convincente que resulte el email, la llamada o el mensaje de texto que hayamos recibido. En caso de duda, siempre debemos hacer caso omiso (colgar en su caso) y ponernos en contacto directamente con el teléfono de atención al cliente de la entidad, donde podrán confirmarnos el intento de estafa y ponerlo en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Qué debes hacer al retirar una tarjeta de crédito

Muchos ciudadanos optan por tirar su tarjeta de crédito a la basura tras cortarla con unas tijeras. Craso error. Además de la información personal que atesora (se han dado casos de estafas cometidas con tarjetas caducadas o reemplazadas), está compuesta por materiales contaminantes como PVC, aluminio, cobre y pigmentos varios. Lo idóneo es llevarla a un punto limpio, entregarla en una oficina bancaria (algunas cuentan con programas de reciclaje específicos) o introducirla en un cajero (si está caducada no nos la devolverá).

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