Carlos Alcaraz recurre a la bomba diamagnética

Carlos Alcaraz recurre a la bomba diamagnética

Su séptima lesión en menos de tres años amenaza con arruinar la gira europea en tierra batida de Carlos Alcaraz en este 2024, una fase de la temporada en la que tenía puestas muchas esperanzas e incluso soñaba con sumar los puntos suficientes para superar al italiano Jannik Sinner y al serbio Novak Djokovic en el ranking de la ATP y, de este modo, recuperar el número 1. Sin embargo, su lesión en el antebrazo derecho le ha obligado a renunciar, de momento, a participar en los torneos de Montecarlo y Barcelona. El próximo, el de Madrid, está en el aire.

Tras dar la cara el pasado lunes en la sala de prensa del torneo Conde de Godó y explicar los motivos de su renuncia, Carlitos ha vuelto a casa para ponerse en manos de los fisios y, con un tratamiento innovador, acortar los plazos y poder jugar la semana que viene en la Caja Mágica. El equipo médico de Alcaraz, liderado por el doctor murciano Juanjo López y el fisio yeclano Juanjo Moreno, ha dado el visto bueno al uso de la diamagnetoterapia, un método terapéutico no invasivo que aprovecha la fuerza de los campos magnéticos a alta intensidad y baja frecuencia para recuperar tejidos dañados.

LA CIFRA

7
lesiones

ha tenido Carlos Alcaraz desde que llegó a la élite del tenis, en 2021.

Según los creadores de esta nueva tecnología, patentada para las aplicaciones sanitarias por el fabricante suizo Periso SA e introducida hace un par de años en España por Fisaude, gracias a la aplicación de este efecto diamagnético se logra «una espectacular capacidad de movilización de líquidos y una más que destacable capacidad de regeneración de cualquier tipo de tejido corporal». Además, este tratamiento aplicado con la bomba diamagnética es completamente indoloro.

Compresión del nervio

La lesión del pronador redondo que sufre ahora mismo Carlos Alcaraz es una patología que se manifiesta como consecuencia de la compresión del nervio mediano en el antebrazo, afectando las funciones motoras y sensitivas de la mano y el antebrazo, lo que provoca debilidad en la mano y pérdida de sensibilidad en la zona, algo que se agrava con actividades que impliquen la pronación del antebrazo.

Por eso tuvo que parar Alcaraz en Montecarlo y, por eso, su equipo médico ha tomado todas las precauciones posibles. Forzar al jugador en este momento puede significar decir adiós a Roland Garros, el gran objetivo de la gira de tierra batida. Y después vienen Wimbledon y los Juegos Olímpicos. En opinión del doctor Pedro Luis Ripoll, la decisión de dar descanso a Alcaraz y sacarlo de la competición antes que la lesión vaya a más es acertada.

El pronador redondo «es un músculo esencial para el tenis», recuerda Ripoll en ‘ABC’. «Impide que lo practiques con soltura. [Alcaraz] ha hecho muy bien en parar para no sobrecargar otras estructuras, como que se extienda al epicóndilo, el codo de tenista», opina el prestigioso traumatólogo nacido en Jumilla.

La diamagnetoterapia es un método no invasivo que aprovecha la fuerza de los campos magnéticos a alta intensidad y baja frecuencia para recuperar tejidos dañados

Ripoll apunta que Alcaraz se ha lesionado en el músculo que ayuda «a invertir la mano para que la palma mire hacia arriba y hacia abajo. Y es una zona peligrosa porque estas sobrecargas pueden alterar la mecánica del resto de movimientos y afectar a estructuras tendinosas cuya curación es más lenta», explica el doctor Ripoll. Por eso le duele cuando golpea de derechas.

La experiencia de Pedro León

Queda claro que Alcaraz ha hecho bien en parar. Y ahora está por ver si este tratamiento innovador con la bomba diamagnética funciona y pronto puede estar de vuelta en las pistas. Otro importante deportista de la Región, el muleño Pedro León, ya tiene experiencia con la diamagnetoterapia. Y los resultados fueron óptimos. El capitán del Real Murcia fue uno de los primeros jugadores de élite que se sometió a este tratamiento en España.

Fue en su año en el Fuenlabrada, en el tramo final de la temporada 21-22. Poco después fichó por el Real Murcia y a sus 37 años sigue compitiendo cada fin de semana con total normalidad. El muleño llevaba varias temporadas arrastrando problemas en los tendones y el tratamiento que recibió con el dispositivo insignia de las terapias diamagnéticas le fue muy bien.

«Ha hecho muy bien en parar para no sobrecargar otras estructuras, como que se extienda al epicóndilo», explica el doctor Ripoll

Mucho más joven es Carlos Alcaraz, quien cumplirá 21 años el próximo 5 de mayo. Desde que irrumpió en la élite del tenis acumula siete lesiones que le hicieron detener su actividad. La primera fue en los cuartos de final del US Open de 2021, cuando se retiró ante Auger-Aliassime por un pinchazo en el aductor derecho. Las pruebas posteriores revelaron que sufría además un desgarro fibrilar en el cuádriceps.

Luego llegaron los problemas en el abdominal, en el abductor y en el semimembranoso. También padeció artritis postraumática en la mano. Más tarde, una inflamación en el pie izquierdo y problemas en el glúteo y en la espalda. Y ahora, esta dolencia en el antebrazo. «Si comparamos con el resto de tenistas que tienen su estilo, no veo que Alcaraz tenga muchas lesiones. Graves no ha tenido ninguna. Practica un tenis muy físico, que tiene su parte positiva, pero también de una exposición mayor a la posibilidad de padecer sobrecargas», señala el doctor Ripoll.

«Tengo a Ferrero a mi lado porque no me ríe las gracias», asegura

Carlos Alcaraz elogió de nuevo a su mentor y entrenador, Juan Carlos Ferrero, en una entrevista concedida a ‘La Vanguardia’. Confesó que el año pasado acabó mal porque él no puso todo de su parte para revertir la situación. «Tras la gira americana me faltó mantener la ilusión y esa última parte de la temporada me costó más de lo debido. Ferrero venía a decirme que la temporada no termina en septiembre y que hay que hacer más cosas. Por cosas así lo tengo al lado: él no me ríe las gracias, sino que me dice lo que debe decirme», confesó Carlitos, además, está muy «dolido» por no poder competir esta semana en el Conde de Godó. «Tenía muchas ganas de jugar el Godó. Mi grupo de amigos ya había hecho las reservas para ir a verme jugar. Salvo en Barcelona y Madrid, no me ven nunca. Espero todo un año para llegar aquí. No suelo llorar por estas cosas, pero el domingo fue muy duro», reconoció el jugador de El Palmar, quien además sigue muy preocupado. No tiene «nada claro» que vaya a poder competir la semana que viene en el Masters 1000 de Madrid. «Si no puede ir a Madrid será otro palo, pero ahora mismo no estoy en condiciones de decir que voy a estar preparado, porque no lo sé», explicó el joven tenista murciano.

Enlace de origen : Carlos Alcaraz recurre a la bomba diamagnética